Mayor transmisiblidad y resistencia a los anticuerpos, las amenazas de las nuevas cepas del coronavirus
Las variantes británica, sudafricana y brasileña complican la pandemia al multiplicar los contagios por todo el mundo
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Desde que en diciembre se diera la alarma de una mutación del SARS-COV-2 que estaba aumentando los contagios en Reino Unido, los científicos de todo el mundo están poniendo el foco en las nuevas cepas que van apareciendo con dos amenazas importantes: la mayor transmisibilidad, y la reinfección.
Además de la cepa británica, las que más preocupan son la sudafricana y la brasileña. Esta última ha aparecido en la ciudad de Manaos, en la que las tres cuartas partes de los habitantes ya habían pasado el virus, según el paper publicado en Science por el virólogo del Imperial College de Londres, Nuno Faria. Una cantidad más que suficiente, según los expertos, para que funcione la inmunidad de grupo. Sin embargo, el mes pasado, los hospitales volvieron a llenarse de casos. Entonces, Faria empezó a investigar qué cambios se habían producido en el virus para que volviera a resurgir.
En estas tres variantes se han encontrado dos mutaciones. La E484K, a la que se ha llamado Erik, y la N501Y, bautizada como Nelly. Nelly aparece en las tres variantes, la británica, la sudrafricana y la brasileña, y es la que produce una mayor transmisibilidad. Es una mutación que afecta a la proteína espícula, que es la que permite al virus engancharse en las células y entrar en el organismo. La mutación Erik, que no se ha encontrado en la cepa británica, pero sí en la sudafricana y en la brasileña, hace que el organismo reconozca peor al virus y no lo ataque como debería. Esto explica que los habitantes de Manaos que tenían anticuerpos se hayan vuelto a infectar. El Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle ha comprobado que la mutación E484K reduce hasta 10 veces la detección del virus por parte de los anticuerpos generados en la primera infección.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que estas variantes están complicando la pandemia puesto que los contagios se producen mucho más rápido y se están reinfectando personas que ya habían contraído el virus antes. Según los investigadores de la London Scholl of Hygiene & Tropical Medicine, la variante sudafricana tiene un 50% más de transmisibilidad y es capaz de evitar la inmunidad en una de cada cinco personas infectadas.
Expansión de las nuevas cepas
La mutación Nelly ha favorecido la rápida expansión de las nuevas cepas por todo el mundo. La variante británica, especialmente presente en Reino Unido, Irlanda y Dinamarca, se ha detectado en 30 países. La sudafricana en 13. Y la brasileña, que ha colapsado los hospitales de Manaos, por ahora ha sido identificada en Corea del Sur y en Japón. No obstante, los expertos preven que el impacto de estas nuevas variantes aumente con el paso de los meses.
¿Cómo afectan a las vacunas?
De momento no se sabe si los anticuerpos de las vacunas son menos eficaces ante estas mutaciones. Según el responsable del grupo de vacunas para la covid-19 de la OMS, el vacunólogo Philip Krause, "la mala noticia es que la rápida evolución del estas variantes sugiere que es posible que el virus evolucione hasta el punto de hacer se resistente a las vacunas, y podría pasar antes de lo que nos gustaría".
Por ahora, dice Krause, no parece que el virus se haya hecho resistente a las vacunas. Si se diera, habría que actualizar las vacunas. Ese proceso no es complicado y no debería llevar mucho tiempo, pero deberían volver a pasar por todos los controles de seguridad y volver a autorizarse.
Según Ravindra Gupta, investigadora de la Universidad de Cambridge, "las farmacéuticas deberían empezar a producir vacunas diseñadas para generar inmunidad ante las versiones mutadas de la proteína espícula, porque están apareciendo".