Moncloa se compromete con Europa a aplicar una subida masiva de impuestos para igualarse con otros países
Las medidas se diseñarían a partir del mes de febrero, cuando se publiquen las conclusiones del grupo de expertos para la reforma fiscal y buscarán recaudar más de 80.000 millones
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Esta semana, el Gobierno de España ha presentado en el Congreso de los Diputados su proyecto sobre los Presupuestos Generales del Estado para el año 2022. También, este documento se encuentra en Bruselas para que la Comisión Europea de el visto bueno a los cálculos de Moncloa.
En este envío, más allá de las promesas relacionadas con la recuperación y la expansión de gasto, el gran compromiso de España con Bruselas es aplicar una importante revolución fiscal a partir del año 2023.
En este sentido, el Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido a aplicar una notable subida de impuestos una vez que tenga en su poder las conclusiones del grupo de expertos para la reforma fiscal, que en un principio presentará su informe en el mes de febrero. A partir de ese momento, el Gobierno se pondrá a diseñar un plan tributario que marcará el ritmo futuro en España, y cuyo principal objetivo será aumentar de forma importante los ingresos.
En líneas generales, la idea principal de Moncloa es que su meta sería acercar los niveles de tributación de España a la media de los países de nuestro entorno, ya que España presenta un diferencial negativo de ingresos en relación con la Unión Europea. Según explica el documento recogido por el diario 'ABC', la diferencia que existe entre España y Europa se sitúa en algo más de siete puntos de Producto Interior Bruto, lo que supone unos 80.000 millones de euros. Por ahora no se detallan las medidas que buscarán alcanzar estos objetivos.
Aunque las grandes líneas de actuación se darán a conocer el próximo mes de febrero, el Gobierno ya ha mostrado su voluntad de revisar aspectos como las exenciones y deducciones fiscales. También considera necesario la necesidad de revisar el conjunto del sistema impositivo para poder atajar el déficit estructural, que no ha dejado de crecer durante la pandemia, pasando del 3% al 5% que registra en la actualidad.
Además, el Gobierno también quiere trasladar a las autoridades comunitarias su compromiso por no perder de vista la sostenibilidad de las finanzas públicas, aunque en las cuentas de este año el gasto sigue disparado fruto, según Moncloa, del contexto extraordinario provocado por la pandemia.
En este sentido, el Ejecutivo reconoce que en las cuentas del año 2022 no hay una gran cantidad de medidas tributarias que fomenten el ahorro en las cuentas públicas, pero ponen el foco en algunas decisiones que buscan, de manera progresiva, comenzar a allanar ese camino.
Estas medidas son el establecimiento de un tipo mínimo en el Impuesto sobre Sociedades, reducción de las deducciones por aportaciones a planes de pensiones individuales y una reducción en el porcentaje de bonificación de las rentas derivadas del arrendamiento de viviendas a las entidades dedicadas al alquiler pasando del 85% al 40%.