El principal efecto secundario de las vacunas contra el coronavirus: Bultos, dolor o enrojecimiento
Han transcurrido ya más de 22 meses desde que se comenzaron a administrar las primeras dosis de los distintos sueros y se han administrado miles de millones de dosis
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Apenas queda un mes para que acabe el año, y, en 2023, cumpliremos tres años de pandemia. Sin lugar a dudas, ya nos hemos hasta acostumbrado a eso de llevar mascarillas, a tener precauciones y a escuchar de nuestros conocidos que están contagiados. Desde hace algo más de 2 años lo que está siendo el pan nuestro de cada día son los contagios de COVID. Que si suben, que si bajan, que si hay una nueva variante.
Y es que en esas estamos de nuevo: los casos covid-19 vuelven a subir. De hecho, desde la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se ha alertado de que en las próximas semanas se espera una nueva ola ante la mayor circulación de las subvariantes de ómicron BQ1 y BQ1-1, que están mutando a gran velocidad.
En este sentido, siempre se recomienda la vacunación para aquellos que no lo hayan hecho todavía.
Han transcurrido ya más de 22 meses desde que se comenzaron a administrar las primeras dosis de los distintos sueros y se han administrado miles de millones de dosis en sucesivas tandas a ciudadanos de todo el mundo, asique los científicos consideran que es tiempo más que suficiente para que hayan surgido todos los posibles efectos secundarios. En este tiempo se han ido recopilando datos e informes que permiten comprender y clasificar los procesos que desencadenan en el cuerpo humano, ya que entender cómo estimulan el sistema inmunológico puede ayudarnos a saber como y cuando podemos esperar tener reacciones negativas.
Los efectos secundarios más repetidos de la vacuna
Lo que si esta demostrado es que las vacunas reducen la transmisión del virus: la probabilidad de contagiar disminuye en una persona vacunada cuyo sistema inmunitario está preparado. También es un hecho constatado que las personas vacunadas son contagiosas menos días que las personas no vacunadas, ya que sus defensas eliminan al virus antes. Es decir , que la capacidad de transmisión disminuye, y es otra evidencia que las personas vacunadas tienen muchas menos posibilidades de sufrir covid-19 de forma grave, incluidas muchas menos posibilidades de hospitalización y muerte como ha quedado demostrado en esta última oleada de la pandemia en la que una gran mayoria de ciudadanos tenían ya administradas una o varias dosis.
No obstante, existen ciertos efectos secundarios de la vacuna frente al covid. De hecho, según el último informe de Farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), una de las afectaciones más repetidas tras la inyección de la tercera dosis de la vacuna es la linfadenopatía.
Las linfodenopatías deben tomarse en serio. Son la inflamación de los ganglios linfáticos. Los ganglios se encuentran en nuestro cuello, la clavícula, las axilas, la ingle, el pecho y el abdomen. Funcionan como filtros del líquido linfático a medida que este circula por el cuerpo. Según la UC San Diego Health, estos son los principales síntomas de la linfadenopatía:
Pero también se destacan otros efectos. La mielitis es un trastorno neurológico raro que se caracteriza por una inflamación de uno o ambos lados de la médula espinal y que a menudo daña la capa de mielina que cubre las fibras nerviosas. Puede manifestarse por debilidad en brazos y piernas, síntomas sensoriales (como hormigueo, entumecimiento, dolor o sensación de pérdida del dolor), o problemas funcionales de la vejiga o intestino.
La mielitis se suma a otro efecto adverso detectado con Moderna: la parestesia. La parestesia es un trastorno de la sensibilidad que se manifiesta con sensaciones anormales sin estímulo previo, como el hormigueo, y que en el caso de las vacunas anticovid se ha presentado, como norma general, a partir de los tres días de la inoculación.
En caso de notarlos, no dudes en consultar a tu médico de cabecera.