Puigdemont espera un gesto de Sánchez tras los indultos para volver a España sin enfrentarse a la Justicia

El Ejecutivo deberá gestionar las exigencias de los políticos fugados tras el procés, entre ellas la posibilidad de regresar a Cataluña sin causas pendientes con la Justicia

Carles Puigdemont

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tras la concesión de los indultos a los políticos independentistas en prisión por el referéndum ilegal del 1 de octubre del año 2017, el Gobierno de Sánchez tendrá que hacer frente a otro asunto de gran relevancia política para sus planes de negociación y diálogo con el independentismo catalán.

Se trata de los políticos independentistas fugados de la Justicia que también reclaman su regreso a España sin tener que hacer frente a las causas abiertas en su contra. En este sentido, la vía más fácil es una reforma del delito de sedición, para que se rebajen las penas y cuando regresen se enfrente a un proceso judicial en el que no exista posibilidad de entrar en prisión. Si no se produce esta reforma, los políticos independentistas podrían volver a entrar en prisión y por tanto el Gobierno volvería a una situación parecida a la que ha tenido que hacer frente ante de los indultos.

En la actualidad hay cinco representantes del independentismo fuera de nuestras fronteras y que tienen asuntos pendientes con la Justicia de nuestro país: Carles Puigdemont, Clara Ponsatí, Toni Comín, Marta Rovira y Anna Gabriel, estas dos últimas se encuentran en Ginebra.

Los planes del independentismo con los políticos fugados

En los planes del independentismo está el regreso de los políticos que huyeron al extranjero, tal y como han querido dejar claro los políticos que han abandonado este miércoles la cárcel. Si el Gobierno comienza las negociaciones con el independentismo sin solucionar este asunto, se puede convertir en uno asunto trascendental que seguirá marcando el rumbo político de Cataluña.

Aunque la amnistía es el principal objetivo en el seno independentista, la reforma del delito de sedición sería una decisión que rebajaría la tensión y las exigencias de los independentistas. En este sentido, Unidas Podemos lleva desde hace varios meses trabajando en el Congreso de los Diputados para liderar la reforma, aunque existen ciertas discrepancias entre las dos alas del Consejo de Ministros por la lentitud del proceso.

Además, el regreso de los políticos huidos también genera división entre PSOE y Unidas Podemos, ya que los socialistas consideran que los fugados regresen y se enfrenten a la Justicia, y la formación morada pide que vuelvan si proceso judicial.

En este contexto Puigdemont también presiona a Sánchez con los últimos movimientos realizados en Europa, después de que el Consejo de Europa pidiese una reforma del delito de sedición y de indultos, además de eliminar las órdenes de extradición contra los políticos fugados. A pesar de esta valoración, el Gobierno no toma el Consejo de Europa como una fuente determinante, por lo que solo podría tomar una decisión firme en función de lo que dicten otros órganos como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Las presiones de Puigdemont a Sánchez

En clave mediática, Puigdemont ahora será identificado como la principal víctima del independentismo, tras la puesta en libertad de los políticos independentistas en prisión. Por ello, primero con Aragonès y después con los consejeros del Govern, ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez que deberá garantizar su retorno a España sin consecuencias penales, agarrándose en este sentido a la inmunidad de la que goza por parte del Parlamento Europeo.

A la espera de los primeros movimientos entre Moncloa y el independentismo para conocer el camino que va a tomar las negociaciones, el expresidente del Generalitat sigue optando por un discurso de tensión contra el Estado, pidiendo al Gobierno de coalición que no se olvide de los líderes independentistas fugados, ya que un discurso en contra desde fuera de nuestras fronteras una vez que se convoque la mesa de negociación puede convertirse en un gran obstáculo.