Quién es 'Txapote', el exjefe militar de ETA que asesinó a Miguel Ángel Blanco
Francisco Javier García Gaztelu acumula condenas de hasta 450 años de cárcel por haber sido el autor de 55 asesinatos
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La decisión del acercamiento Francisco Javier García Gaztelu (Galdácano, 1966), alias 'Txapote', de la prisión de Huelva a la de Estremera, ha vuelto a dar protagonismo a uno de los terroristas más conocidas por la justicia y uno de los miembros históricos de la banda terrorista ETA a las puertas de la Semana Santa.
Su relación con la banda terrorista comienza en la década de los 80, cuando comienza su actividad criminal bajo el comando "Donosti". Sin embargo, 'Txapote' comienza a coger fuerza dentro de la organización tras la caída de José Javier Arizure, "Kantauri", ya que se convierte en jefe militar de la banda. Es en ese momento cuando llega a ordenar la muerte de al menos 55 personas.
Entre ellos, se encuentra la orden de haber asesinado a personas como Miguel Ángel Blanco (considerado autor material), Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez Elorza. También de otros rostros conocidos por la sociedad vasca, como pudieron ser Fernando Mújica y Gregorio Ordóñez. También se le atribuyen otros asesinatos como la de dos guardias civiles en Sallent de Gallego (Huesca).
'Txapote' es considerado como uno de los miembros del ala más radical de la banda terrorista, y una vez detenido en la localidad francesa de Anglès en el año 2001, ha protagonizado varios altercados dentro de los juzgados, en los que ha llamado a "fascistas" a los jueces. En total, por todos sus asesinatos acumula más de 450 años de cárcel a sus espaldas aunque como muy tarde, según establece la legislación española, saldrá libre sobre 2044, cuando cumpla tres cuartas partes de su condena.
El tenso juicio de Miguel Ángel Blanco en el año 2006
Uno de los episodios que marcan la actividad delictiva de 'Txapote' es sin duda el secuestro y posterior asesinato del concejal del PP de Ermua en 1997 Miguel Ángel Blanco. Asesinato que consiguió poner a todo el país en vilo y es el momento en el que cargos de la propia organización comienzan a cuestionar la deriva que estaba adoptando la dirección.
Su juicio, en el año 2006, fue por ellos uno de los más esperados, y también uno de los más tensos de los que se recuerda. La familia de Miguel Ángel Blanco tuvieron que abandonar la sala después de que el fiscal del caso pidiera la pena de prisión más alta: 50 años. A su salida, tanto la hermana del concejal de Ermua, Mari Mar Blanco, como su madre, aprovecharon para increpar a acusados y familiares, llamándoles "asesinos" y "cobardones".
Una actitud que poco importó al acusado, quien en todo momento se mostró arrogante delante del tribunal y llegó a alabar su asesinato. "Aceptamos que somos militantes de ETA y no vamos a parar en la lucha por la libertad de Euskadi", espetó.