Ribera recuerda que "no hay obligación de abrir los comercios": "Quien no se sienta cómodo, que permanezca cerrado"

Europa Press

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La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha recordado este jueves a los empresarios que con la aprobación del plan de desescalada del Ejecutivo "no hay obligación de abrir los comercios" si se considera contraproducente.

En una entrevista en 'Las mañanas de RNE', recogida por Europa Press, Ribera ha asegurado que "quien no se sienta cómodo" puede permanecer "cerrado". "Si alguien considera que es mejor esperar, puede esperar", ha respondido tras se preguntada por las críticas al aforo y los plazos fijados por el Gobierno.

En concreto, el plan de desescalada que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó este jueves, permite a los bares abrir sus terrazas al 30% a partir del próximo 11 de mayo. Será a partir de la fase 2, a partir del 25 de mayo, cuando los locales con servicio de mesa puedan abrir su interior con la misma limitación de un tercio.

"Esto es un sistema gradual, no hay una obligación de abrir", ha insistido la vicepresidenta, que ha explicado que el Ejecutivo ha decidido comenzar por "cuestiones sencillas" para después introducir la limitación del aforo en espacios cerrados.

Así, ha recordado que en países como Francia se ha dejado la reapertura de cafeterías y bares "hasta mucho más tarde". "A quien le parezca que las cuentas no salen se entiende que permanezcan cerrados", ha apuntado.

Con todo, Ribera ha explicado que se trata de "criterios orientativos" y, además, ha señalado que la ministra de Comercio y Turismo, Reyes Maroto, "está hablando con los sectores para ver de qué manera se pueden mejorar" las decisiones adoptadas hasta ahora.

Por último, preguntada sobre si el Gobierno se hará cargo de facilitar material de protección a los comercios que inicien su reapertura, Ribera ha asegurado que los "distintos ministros del ramo están hablando" con los empresarios y los sindicatos, aunque será "cada centro donde se pueda precisar" las medidas necesarias.

Eso sí, a su juicio las empresas y los trabajadores "han ido entendiendo y discutiendo cuál es la mejor manera de certificar un trabajo seguro en cada uno de los centros".