Vox desborda Vistalegre y acusa a Sánchez de liderar “un partido criminal”
El partido de Santiago Abascal se lanza al 10-N con duros ataques al PSOE y contra el “consenso progre”
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Vox ha abierto este domingo la precampaña de las elecciones generales del 10 de noviembre reivindicándose como el partido de la "claridad" frente a el "consenso progre" del PSOE, PP y Cs y con un ataque muy duro a los socialistas, a los que les ha acusado de tener una "historia criminal".
Abascal ha reconocido que tenía "ganas" al PSOE en su discurso en la plaza de toros de Vistalegre, que ha vuelto a llenar por segunda vez en un año y en la que tampoco ha escatimado críticas contra el PP de Pablo Casado, de quien ha dicho que ahora se deja barba "para parecerse de nuevo a Rajoy" y le ha advertido de que Vox no se va a retirar del tablero electoral como quieren los populares.
"De Vox solo quieren los votos, pero desprecian olímpicamente nuestras ideas y convicciones y se atreven a decirnos que 'se retire Vox'. Que se retiren ellos, que no sirven para nada", ha subrayado.
También ha criticado a Ciudadanos por sus continuos cambios de opinión y ha felicitado a los seguidores de Vox por haber logrado despertar el patriotismo en otros partidos que ahora han incorporado a "España" en sus lemas electorales.
Abascal ha centrado su discurso en arremeter contra la izquierda y su interpretación de la historia y se ha dirigido especialmente al PSOE, del que ha dicho que tiene un "historia de asesinos, de corruptos y de maltratadores de mujeres".
Ha responsabilizado a los socialistas del golpe de Estado a la República de 1934, del "pucherazo del 36", del "asesinato del líder de la oposición a manos de la escolta socialista" o la petición de amnistía para los terroristas en los primeros años de la democracia.
"Le tenía tantas ganas al PSOE que no sé si voy a poder decir el resto", ha admitido Abascal, que ha pedido que se respete la historia "y, sobre todo, a los muertos".
En este sentido, ha criticado al Gobierno por querer desenterrar a Francisco Franco sin consentimiento de su familia y "lo que es peor, pretender hacer campaña electoral con ello".
Para el líder de Vox la exhumación de Franco "no es más que una excusa para reescribir la historia, deslegitimar la monarquía y derrocar a Felipe VI".
En este "momento histórico de zozobra y de desorden", Abascal ha defendido que lo que hay que hacer es volver a "lo básico, que es respetar a los muertos de cualquier bando que lucharon por España como ellos entendieron que debieron hacerlo".
Ante un auditorio de 13.500 personas -12.000 en las gradas y 1.475 en el albero-, según la organización, el líder de Vox ha pedido a los suyos que vayan "más allá", porque no hay que conformarse con 24 diputados.
Junto a Abascal, han intervenido el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith; el portavoz en el Congreso, Iván Espinosa, que ha sido el encargado de dirigir el acto; la presidenta del partido en Madrid, Rocío Monasterio; los eurodiputados Jorge Buxadé y Herman Tertsch; los diputados Macarena Olona, Igancio Garriga y Reyes Romero.
Al igual que el presidente de Vox y después de la polémica por "Las trece rosas", Ortega Smith ha vuelto a cuestionar cómo interpreta la historia la izquierda y ha recalcado que todavía no ha oído al PSOE, al Partido Comunista y a UGT pedir perdón por la "mal llamada huelga revolucionaria" del 5 de octubre de 1934 en Asturias en la que "provocaron 1.400 muertos".
Monasterio, a quien Espinosa se ha referido como "el terror de las hembristas", ha resaltado la "bofetada de realidad" que dieron hace un año a los políticos al "desbordar" Vistalegre y ha advertido de que no van dar un paso atrás en las defensa de sus convicciones.
Desde el escenario circular, presidido por dos enormes columnas que simulaban a las torres de Hércules del escudo de España y en medio el logotipo de Vox, se han repetido los mensajes de Vox contra la inmigración ilegal, el feminismo radical, el aborto o la despoblación y se ha vuelto a defender la unidad de España y a pedir la ilegalización de los partidos independentistas y la supresión de las comunidades autónomas.
Se han visto muchas banderas españolas, alguna que otra de los requetés y mucha pancarta que aludía a la crisis de Cataluña, en las que se leían mensajes como "golpistas a la prisión o "155 ya", además de escucharse consignas pidiendo la cárcel para el expresidente catalán Carles Puigdemont.
Con este acto, que en principio se organizó para conmemorar el primer aniversario de Vistalegre, arranca la precampaña de Vox para las generales del 10 de noviembre, que el partido de Abascal afronta manteniéndose en las últimas encuestas en torno al 10 por ciento de los sufragios (el 28A lograron el 10,2 por ciento de los votos).