El Canal facilita a los ayuntamientos la renovación de las redes de alcantarillado para evitar inundaciones y vertidos

El Canal de Isabel II facilitará a los ayuntamientos el diseño y la ejecución de inversiones que permitan prevenir inundaciones, vertidos y otros problemas derivados de las deficiencias de las redes de alcantarillado, ha indicado el consejero de Medio Ambiente, Interior y Agricultura y presidente de la empresa pública de aguas madrileña, Carlos Novillo.

El Plan Sanea, desarrollado por el Canal, ya ha identificado y presupuestado mejoras en más de 90 municipios con los que mantiene convenios de gestión de alcantarillado. De acuerdo con estos estudios, la inversión, que adelantaría Canal de Isabel II será superior a los 500 millones de euros.

Además, ya se están ejecutando obras para renovar otros 300 kilómetros de redes de saneamiento municipales, que suponen una inversión de 400 millones de euros, ha indicado el consejero a los periodistas.

El fin último es optimizar la red de alcantarillado de los municipios de la Comunidad de Madrid para convertirla en la más eficiente y moderna de España, de modo que se asegure el correcto transporte de las aguas residuales para su depuración.

Novillo ha indicado que el agua del grifo que beben los madrileños es "la mejor que tiene el país". "Pero el Canal hace más. Permite una gestión ambientalmente sostenible de todo este ciclo, ahonda en la recuperación de las aguas residuales. Cada vez más se está recuperando a la gestión de todos los sistemas. Es un sistema de seguimiento que no solo permite depurar esas aguas, el tratamiento de esos lodos, pero también está previniendo cualquier tipo de fenómenos adversos", ha apuntado en un encuentro informativo con los medios.

En este punto, el presidente del Canal de Isabel II ha recordado que la región cuenta con 75 tanques de tormentas que tenemos, siendo el más grande del mundo el ubicado en la capital. Este sistema permite, según ha indicado, recoger agua de lluvia para ser tratada y aprovechada y también evitar que una trompa de agua acabe en zonas inundables.