Condenado un guardia civil por falsear una orden de registro

Querían robar tabaco de contrabando con ayuda de chalecos y placas de la Guardia Civil

Condenado un guardia civil por falsear una orden de registro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un guardia civil a dos años de cárcel por falsificar un mandamiento judicial y lo ha absuelto de los delitos de usurpación e intento de estafa, al no encontrar pruebas de que utilizase el documento para robar tabaco de contrabando en un bar de la capital andaluza.

El agente, D.R.V., para quien la Fiscalía solicitaba 6 años y medio de cárcel, que luego redujo a 4 años y 11 meses, también deberá pagar una multa de 3.000 euros.

La sentencia absuelve a J.S.A., uno de los presuntos cómplices del agente, para quien la Fiscalía pedía 2 años y 3 meses de prisión por falsedad, usurpación y tentativa de estafa.

También ha sido absuelto otro presunto cómplice, M.E.A., en consonancia con el criterio del ministerio público, que solicitaba dos años de cárcel por usurpación y en el juicio modificó su criterio porque "no llegó a ser reconocido por el propietario del bar".

En la sentencia, fechada el pasado 5 de junio, la Sección Séptima considera probado que D.R.V., quien trabajaba en la Policía Judicial de Mairena del Aljarafe, elaboró un documento que "aparentaba ser un mandamiento judicial de autorización de entrada y registro" en el bar.

El acusado falsificó ese documento y le estampó un sello del Juzgado de lo Penal número 12 "que previamente había sido escaneado del original obtenido de una citación judicial que le llegó en calidad de testigo" de un caso.

El 6 de mayo de 2016, D.R.V. compró dos chalecos reflectantes y dos carteras portaplacas con el anagrama de la Guardia Civil que la Policía Nacional halló diez días después, junto al documento falsificado, en una tienda regentada por la esposa de J.S.A.

El fallo añade que "personas desconocidas" acudieron al bar "en fecha no concretada" de ese mismo mes y se identificaron como guardias civiles con la intención de registrar el establecimiento y hacerse con el taaco ilegal que pudieran encontrar", pero desistieron "al decirles el propietario que nada tenía y que les permitía el acceso".

Entre las pruebas de que D.R.V. elaboró el documento falso, la Sala cita que suya era la bolsa donde se encontraron los chalecos y las carteras.

En cuanto a la usurpación y la estafa, el tribunal expone que "la no exhibición del falso mandamiento y la no identificación" de las personas que se presentaron en el bar imposibilitan vincular a D.R.V. y J.S.A. con esos delitos.

Respecto a J.S.A., que ha sido defendido por Manuel Castaño, la sentencia reconoce que el mandamiento fue hallado en la tienda de su pareja pero establece que él "no tuvo ningún acceso" a la citación del juzgado y por tanto no participó en su falsificación. 

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