Casado reta a los barones a enfrentarse en una Junta Directiva Nacional
El núcleo duro del líder se rompe en medio de un derrumbe de apoyos
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Pablo Casado está decidido a jugar hasta la última de sus bazas para mantenerse al frente del PP. Tras nueve horas en Génova, ha convocado para el próximo lunes, 28 de febrero, la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos del partido. Así lo aprobó el Comité de Dirección “por unanimidad”, según han dado traslado fuentes populares. Se trata de un pulso directo a los barones para medir sus fuerzas.
“Casado ha dilatado los tiempos para la quema. Que así sea”, inciden con contundencia a la Cadena COPE cercanos a un presidente autonómico. Porque la cita es la oportunidad buscada de los críticos de celebrar un congreso extraordinario en el plazo de 30 días. Así aparecerá en el orden del día bajo varias amenazas de dimisión inmediata de, al menos, Ana Pastor, Elvira Rodríguez y Andrea Levy, además de los tres portavoces parlamentarios, Cuca Gamarra, Javier Maroto y Dolors Montserrat. Sin embargo, para conseguir ese objetivo necesitan sumar dos tercios de los votos de los cerca de 400 miembros de la Junta. La pretensión de Casado, en cambio, es resistir y presentarse al cónclave ordinario, ya previsto para julio. En ello anda. La batalla interna está servida.
La fecha de la JDN tampoco ha sido elegida al azar por la calle Génova. El 28-F es el día de Andalucía, lo cual multiplicará las ausencias de cargos de esa comunidad, empezando por el presidente Juanma Moreno Bonilla, alineado con Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso o Alfonso Fernández Mañueco en frenar la deriva de la actual dirección popular que, a sus ojos, ha llevado a la organización a una crisis de cotas hasta ahora desconocidas en su historia. La presión sólo ha ido a más a lo largo de este lunes negro. Los principales barones han marcado distancias con el líder nacional. En un goteo continuo, han eludido darle su respaldo explícito y han reclamado una solución rápida, de cierre de filas, con las miradas en Núñez Feijóo.
Precisamente, el presidente gallego ha emplazado a Pablo Casado a ofrecer un último servicio al partido: “Él sabe lo que pienso y, por tanto, le corresponde tomar una última decisión. Le corresponde asumir su responsabilidad”. Igual de rotunda ha sido Díaz Ayuso: “La situación es insostenible” y cada “día que pasa vamos a peor, hace falta un giro absoluto por el bien de España”. Sus estocadas han retumbado entre las paredes de la sede de Génova. En la séptima planta, el Comité de Dirección, el supuesto núcleo duro, se ha roto. El debate ha sido tenso, duro, con grandes desencuentros y hasta amagos de dimisiones. Han sido varias las peticiones a Casado de dejar de aferrarse al cargo ante la creciente oposición contra él.
Agrietado el que es en teoría el equipo más cercano, Pablo Casado y su secretario general, Teodoro García Egea, han empezado a explorar sus respaldos entre diputados, senadores y, ante todo, presidentes provinciales, citados bajo la pretensión de ofrecer imagen de unidad. Esa instantánea ha salido ya movida ante el plante de muchos a acudir al rescate del líder, según relatan a la Cadena COPE fuentes solventes. Frente a la aspiración de enfrentar a presidentes provinciales con sus barones, los fieles casadistas replican que “hay presidentes autonómicos que se han querido cargar al presidente nacional sin que les den los números”. “Casado, inciden, está tranquilo”.