Sánchez dejará caer a la directora del CNI con el PSOE en ebullición

La Moncloa hace pública este martes la investigación de los móviles de los miembros del Gobierno como paso previo a la salida de Paz Esteban.

Ricardo Rodríguez

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Pedro Sánchez está demostrando, a decir de cercanos, una especial reserva en el manejo de todo el embrollo del espionaje. El Presidente, y solo él, tiene la última palabra sobre los pasos a dar para evitar más daños, quizá inevitables, en las derivadas de la crisis. “Hay que conservar la calma, pero sin desistir de actuar”, admiten colaboradores que vienen apelando al efecto positivo de una caída inmediata de la directora del CNI, Paz Esteban.

El propio PSOE está a la expectativa, ansioso de que pase algo que permita centrar todas las energías en las autonómicas andaluzas del 19-J. Los lamentos de cargos socialistas se oyen en pasillos, a micrófono apagado. La suma de semanas horribilis ha dejado en apuros al Gobierno y al partido. Encogidos, desde Ferraz han trasladado la alarma a La Moncloa y están a la espera del fin dela pesadilla”. Más pronto que tarde para ocupar el foco en otros menesteres.

Es un propósito gubernamental ofrecer este martes, señalado en rojo, la investigación de los terminales de todos los miembros del Gobierno y ello después de considerar una brecha de seguridad “grave” el espionaje a Pedro Sánchez y a Margarita Robles. El equipo presidencial mantiene la mirada fija en el Centro Nacional de Inteligencia, relacionando el resultado de las pesquisas al futuro de Esteban.

Más intrusiones “ilícitas” y “externas” en móviles de otros ministros ayudará a consolidar el relato de los guionistas sobre una salida de la jefa de los servicios secretos. Porque la doctrina oficial pasa por desvincular la futura destitución de Paz Esteban del embrollo del seguimiento a los separatistas con aval judicial en 2019 (entre ellos, el propio Pere Aragonés) y, de paso, como fórmula para desmontar la petición de la titular de Defensa de aguantar a su subordinada hasta celebrar la cumbre de la OTAN en Madrid a finales de junio.

En paralelo, la cita oficial de Pedro Sánchez con Pere Aragonés es aguardada con impaciencia por sus filas. De cumplirse el plan sobre la mesa, el jefe del Ejecutivo debería llegar con la cabeza de la directora del CNI, servida en bandeja al presidente de la Generalitat de Cataluña. La pregunta es si será suficiente para reconstruir los puentes entre el Gobierno y ERC.