Sánchez receló del daño electoral para Illa de ampliar el toque de queda
Coloca el Comité Federal del PSOE al servicio del candidato.
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“El tiempo ha vuelto a correr a nuestro favor”, aseveran colaboradores de Pedro Sánchez después de que la Justicia haya devuelto las urnas catalanas al 14-F. En la cocina de La Moncloa existe la convicción de que la expectativa “ganadora” de Salvador Illa se maximaliza gracias al calendario. El aún ministro de Sanidad huye así de la erosión de la escalada de la pandemia que todos los estrategas socialistas vislumbraban con un largo aplazamiento de la convocatoria.
El impacto de Illa como cartel electoral corría el riesgo de caer en “una montaña rusa”, según la definen. Subida rápida para luego bajar al mismo ritmo en la carrera electoral. En ese contexto, la prioridad de Illa estará en apuntalar la batalla por la presidencia de la Generalitat de Cataluña. Y confiar en que la estrategia dé sus frutos. El PSC alimenta ya que el cambio está a la vuelta de la esquina. Al servicio de esa misma percepción sirve en bandeja Pedro Sánchez el Comité Federal del PSOE. La cita este sábado en Barcelona, desde la sede central del partido hermano, está pensada para “ungir” a Illa antes de dejar definitivamente la cartera la próxima semana, según apunta el entorno del presidente del Gobierno.
Aunque el encuentro es telemático para la mayoría de los miembros, Sánchez se va desplazar a la Ciudad Condal junto a parte de la cúpula socialista. La pretensión es dar continuidad a la campaña ya iniciada sobre el terreno por el titular de Sanidad en las últimas semanas. Una vez todo parece quedar donde estaba, con las urnas el 14 de febrero, Salvador Illa regresó a la resistencia del veto a conceder a las comunidades autónomas el adelanto del toque de queda. Aunque el discurso oficial sugiere a las regiones exprimir las restricciones en sus manos, un endurecimiento de medidas sería reconocer un fracaso. Un estorbo en elecciones.
También resultaría una seria contrariedad exponer a Illa a una contraposición de imágenes de calles vacías desde las 20:00 horas en distintos territorios y el candidato de campaña. Guionistas de La Moncloa han sopesado ese escenario, a todas luces letal para el hasta ahora máximo responsable de la lucha contra la pandemia. De igual manera, la prevención ha llevado a ponderar la posibilidad de que ERC, desde la Generalidad de Cataluña, habilitase tal limite horario para reventar el “efecto Illa”. Era preferible tomar todas las precauciones para evitar una situación indeseada, antes que vivirla. Más aún cuando en La Moncloa creen que “a Salvador Illa le basta con evitar los patinazos”, centrándose en el discurso del cambio aquí y allá.
El Presidente nunca ha renunciado a maniobrar para garantizar el éxito de la “Operación Illa” y convocó al máximo órgano entre congresos en la Ciudad Condal sin contar todavía con un pronunciamiento del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Llegó 24 horas después. En La Moncloa manejaban información fiable de que sería favorable a sus intereses. Y así fue. El TSJC devolvió el martes las urnas a su fecha original y se ratificó este jueves en su posición después de estudiar las alegaciones de la Generalidad. El fallo definitivo arribará antes del 8 de febrero, pero con todos inmersos en la campaña cuyo pistoletazo oficial es el 29 de enero.