Sánchez siembra la desconfianza en Feijóo y ralentiza el acuerdo del CGPJ

El pacto se retrasará hasta después del cara a cara en el Senado entre Presidente y líder del PP. Los negociadores hicieron una pausa en las conversaciones

Ricardo Rodríguez

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Alberto Núñez Feijóo ha venido reafirmándose cada vez más en su desconfianza sobre Pedro Sánchez. Una semana después de escenificar un acercamiento en su encuentro de tres horas en el Palacio de La Moncloa, el Gobierno y el PP comparten la urgencia de cerrar el que, a todas luces, será el único pacto de Estado antes de las elecciones: La renovación del Consejo General del Poder Judicial que lleva camino de cumplir cuatro años con el mandato caducado.

La grave crisis institucional desencadenada por la renuncia de

como presidente del

ha forzado a

y a

a buscar de manera inevitable su complicidad en un asunto que afecta al funcionamiento del Estado. Ahora bien,

Su exposición de detalles de las conversaciones ha dejado claras las bases comprometidas por

partes.

ya

en un mensaje de Twitter “

” para “

”. En los días posteriores, sus

continuaron en la senda de atisbar

el acuerdo.

Desde su intención de cerrar un acuerdo para que el Consejo General del Poder Judicial elabore en 6 meses un informe, que en ningún caso sería vinculante, de reforma del modelo de elección de los vocales del órgano, hasta que las decisiones como los nombramientos deban tomarse en el seno del CGPJ por una mayoría de tres quintos, (13 de los 21 votos), al objeto de garantizar “una mayor objetividad”. A sumar, el interés por profundizar en los “requisitos de idoneidad” de los perfiles a formar parte del consejo. Precisamente, un escollo de la negociación se ha centrado en la cuestión de los candidatos. Los populares han dejado caer que José Ricardo de Prada o Victoria Rosell habrían vuelto a quedar fuera de la terna.

Aún así, los negociadores Félix Bolaños y Esteban González Pons parecen comprometidos con la discreción hasta que el pacto quede definitivamente cerrado. Y de hecho, han llegado a hacer una suerte de pausa en las conversaciones. A pesar de las dificultades ya existentes, el propio Pedro Sánchez logró soliviantar los ánimos en el seno del PP con una escalada verbal en corrillo el 12 de Octubre en el Palacio Real al colocar a los populares en un “rincón” y retar a Feijóo a salir de él - “lo van a tener que digerir” - o seguir “la línea de Pablo Casado”. El sentimiento en Génova es que el Presidente se atrincheraba en sus posiciones de siempre. “No es de fiar”, recriminaron, sin dejar por ello de aislar la negociación del barro presidencial.

Con esos antecedentes,

, anticipa la sala de máquinas socialista.

al

para

. Enfrente, han despejado dudas y

Al fin y al cabo,

y

para redoblar sus ataques a

. Al menos, no a estas alturas de la película.