Cisma en la UE por las vacunas: varios países buscan alternativas para obtener más dosis

Hasta cinco países han hecho públicas sus intenciones de estudiar tal posibilidad. Dinarmarca y Austria estudian cooperar y producir vacunas de segunda generación con Israel

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen

Julen Sobejano

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

La estrategia que ha puesto en marcha la Unión Europea con las vacunas contra la covid-19 parece no convencer a todos. Los diversos retrasos en las dosis y la lentitud con la que los países miembros están inyectando las dosis ha puesto en tela de juicio las buenas expectativas que tenía a finales 2020 la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) diese el visto bueno a las vacunas de Pfizer y Moderna.

La tercera ola, que ha provocado verdaderos estragos en diversos países europeos, así como las diversas variantes del coronavirus que estamos conociendo en los últimos meses —británica, sudafricana, brasileña etc.— ha provocado que diversos países miembros quieran dejar de lado sus compromisos europeos y hayan puesto en marcha acuerdos con otros países que están demostrando mayor capacidad de inyectar dosis a sus ciudadanos.

Vacuna lista para ser administrada. EFE

Hungría ha sido el primer país en desmarcarse

El primer país en mostrarse crítico con la estrategia de Bruselas fue Hungría. El país gobernado por Viktor Orban ha comprado dosis de la vacuna rusa y también de la china Sinopharm pese a que estas no han recibido el visto bueno de la EMA para comercializarse dentro de la Unión. De hecho, su grado de confianza ha quedado validada este fin de semana, después de que el propio Orban se haya vacunado y el país haya comprado nuevas inyecciones al país ruso.

Cisma en la UE por las vacunas: varios países buscan alternativas para obtener más dosis

Una posibilidad a la que se abren otros países vecinos como la República Checa y Croacia. Eslovaquia ha anunciado este mismo lunes la compra de dos millones de dosis de la Sputnik V mientras que Polonia ha abierto la posibilidad de hacerse con antídotos chinos.

La propia canciller alemana Angela Merkel ha llegado en alguna ocasión a mostrarse abierta a comprar Sputnik V, aunque a diferencia de lo que han planteado los países del este, el país germano ha dejado claro que primero quiere esperar a que reciban el visto bueno de la Agencia del Medicamento Europeo. Unas afirmaciones que también ha hecho la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

Dinamarca y Austria eligen a Israel como pareja de baile

Sin embargo, países como Hungría, la República Checa y Eslovaquia no son los únicos en negociar por su cuenta estos acuerdos. Dinamarca y Austria han sido los últimos territorios en desmarcarse a la estrategia de compra centralizada de dosis dirigida por la presidenta de la Comisión. Ambos países han anunciado en las últimas horas un acuerdo con Israel, el país del mundo con mayor porcentaje de población vacunada, con el fin de producir vacunas de segunda generación contra las mutaciones del virus. De hecho, el canciller austríaco, Sebastian Kurz, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, tienen previsto viajar al país a lo largo de esta semana para rubricar el entente.

Kurz ha sido uno de los dirigentes en mostrarse más críticos con la estrategia que está llevando a cabo Bruselas. "La EMA es demasiado lenta en su aprobación y hay cuellos de botella en el suministro por parte de las empresas farmacéuticas", ha dicho públicamente, quien ha dejado claro que en "el futuro dejaremos de depender de la UE". En este sentido, las últimas noticias sobre la covid-19 que estamos conociendo, dejan entrever que alrededor de dos tercios de la población necesitarán vacunarse durante los próximos años.

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En este mismo sentido se ha mostrado la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, quien ha explicado en una entrevista que estamos ante un escenario "en la que no solo tengamos que vacunar, sino también revacunar, tal vez una vez al año. Por eso necesitamos impulsar drásticamente la producción de vacunas".

La Unión Europea defiende su estrategia

Estas maniobran atentan contra la estrategia que pusieron en marcha los 27, ya que acordaron centralizar la compra de las vacunas en la Comisión y hay un artículo específico que prohíbe hacer compras de forma unilateral en las vacunas que hayan recibido el visto bueno por parte de la Agencia del Medicamento Europeo.

Sin embargo, desde el equipo de Von der Leyen restan importancia a los acuerdos que han llegado Dinamarca y Austria. "No es que la estrategia se haya deshecho, ni va en contra de la estrategia", ha dicho el portavoz de Sanidad, Stefan de Keermasecker y han recalcado que los "estados miembros tienen la posibilidad de cerrar contratos fuera de la cartera europea".

Sin embargo, ante los recortes constantes que ha hecho pública la farmacéutica AstraZeneca, que ha recortado hasta los 40 millones las entregas a la Unión Europea durante el primer trimestre del año —menos de la mitad de los prometido por contrato—, ha hecho que la presidenta de la Comisión haya creado un grupo para mejorar las capacidades de fabricación dentro del espacio comunitario. También han puesto en marcha un sistema para bloquear la exportación de vacunas fuera de la Unión si no se cumple con lo firmado a nivel comunitario.

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El anuncio que hacen Dinamarca y Austria llega solo días después de que el Ejecutivo comunitario firmase un nuevo acuerdo con Moderna para la compra de 300 millones de dosis más, la mitad para 2021 y el resto para 2022 y otro acuerdo con Pfizer para sumar 200 millones más de su vacuna. La compra de nuevas dosis ha alcanzado los 2.800 millones de inyecciones.

Sin embargo, pese a esta reciente compra, Ursula von der Leyen ni ningún cargo cercano a ella han querido ocultar que la situación de escasez va a persistir durante las próximas semanas y no prevén que la campaña de vacunación no alcance la velocidad deseada hasta abril. El compromiso de vacunar al 70% de la población adulta para el verano, lo que permitirá alcanzar la inmunidad de grupo, sigue en marcha. Una esperanza que a día de hoy parece difícil de conseguir, pero en la que también se siente con fuerzas el Gobierno de España.