Claudia, el Ángel español que cuida de ancianos en Bruselas en la lucha contra el coronavirus

Ella ha decidido trasladarse a vivir a la residencia y permanecer allí durante el tiempo que dure el confinamiento

Claudia, el Ángel español que cuida de ancianos en Bruselasen la lucha contra el coronavirus

José Luis Concejero

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

A escasos 10 minutos de la Grand Place de Bruselas, en la misma calle donde se encuentran típicos bares españoles como el Cabraliego o el Tapas 177 se encuentra la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres. Se trata de un edificio gris, robusto y austero. La gente pasa por delante con sus bolsas de la compra sin ser conscientes de que dentro, sus trabajadores se están jugando la vida por salvar a las personas mayores que allí viven.

Claudia es una joven madrileña de 25 años, enfermera de profesión y que trabaja en la primera línea en la lucha contra el coronavirus en esta residencia. Nos recibe en la puerta con una enorme sonrisa, sin miedo alguno al virus y pese al enorme trabajo que tienen, nos dedica con calma su tiempo. “Hay muchos que no quieren entrar en las habitaciones de los contagiados pero a mi no me importa en absoluto que la persona esté infectada, hay que darle todos los cuidados que se merece”, asegura Claudia Torrico. En la residencia trabajan 80 personas entre sanitarios, cocineros, limpiadores y voluntarios y en estos momentos más del 30 por ciento de la plantilla está de baja laboral.

Claudia ha decidido trasladarse a vivir a la residencia y permanecer allí durante el tiempo que dure el confinamiento con el fin de evitar la propagación de un virus que bromeando cree haber pasado y superado teniendo en cuenta las circunstancias que le rodean.

“Los ancianos lo están pasando mal”, nos cuenta Claudia. “Entre ellos se hacen mucha compañía a lo largo del día. Algunos eran autosuficientes y habitualmente salían a la calle a pasear o comprar sus propias medicinas. Además, se suspendieron antes de que el Gobierno belga lo decretara, las visitas de los familiares y amigos por prudencia, por lo que la soledad, les resulta dura de afrontar”.

El coronavirus está siendo especialmente cruel con las personas mayores. En Bélgica como en muchos otros países europeos se cuentan por miles los fallecidos en este tipo de residencias. Desgraciadamente, las cifras seguirán aumentando, pero sabemos que también hay personas con enorme vocación que anteponiendo su propia salud, estarán trabajando duro y contagiando su sonrisa por salvar la vida de nuestros ancianos.

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