FAWZIA KOOFI

Fawzia Koofi: la comunidad internacional ha decepcionado a las afganas

Lara Malvesí

Agencia EFE

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Lara Malvesí

La activista y parlamentaria afgana Fawzia Koofi ha explicado en una entrevista con Efe que la comunidad internacional "ha decepcionado" a las mujeres de su país porque se permitió una salida desordenada de tropas que ha provocado que las mujeres "vuelvan a ser invisibles".

Koofi abandonó en verano su país para formar parte de las negociaciones de paz en Doha (Catar) y ahora trabaja desde el exterior para conectar a las personas exiliadas con los que siguen luchando contra los talibanes en las calles del país.

"Intento ayudar a dar voz a los que no tienen", explica Koofi, que muestra las heridas que le dejó en un brazo uno de los dos intentos de asesinato que ha sufrido en la última década por ser una reconocida activista por los derechos de mujeres y niñas.

Antes de dejar a su país, al que regresará "en cuanto pueda", ya vivió unas semanas bajo vigilancia en su casa en Kabul, donde "se sintió de nuevo invisible, sin poder salir a trabajar".

"Así viven ahora millones de mujeres en mi país, hay que darles voz. La comunidad internacional no puede seguir callada sobre lo que están pasando", ha denunciado.

Viuda y madre de dos adolescentes, explica que las niñas que ya nacieron sin los talibanes en el poder, después de 2001, están "en schock' al ver que no pueden ir a la escuela, que las mujeres han sido apartadas de todo".

Por otro lado, a propósito del relator especial de la ONU para los Derechos Humanos en Afganistán, Koofi considera que es "un buen paso" para dar fe de lo que ocurre en el país a falta de organizaciones sobre el terreno o prensa independiente.

Con todo, dice que todavía tiene "esperanza" que pueda haber una "verdadera misión de investigación" sobre los derechos humanos de parte de la Unión Europea.

"La UE tiene en su razón de ser la defensa de la igualdad y los principios fundamentales y debe hacer honor a ello", ha dicho.

Desde que abandonó Kabul, lleva la causa de las mujeres en Afganistán por todo el mundo con el objetivo "que el mundo no se olvide" de lo que ocurre en su país.

"La agenda mundial presiona por muchos lados y poco a poco Afganistán va bajando en los titulares. Pero eso no es bueno y hay que ser conscientes que si las cosas van mal allí, en otras partes del mundo también se sufrirán las consecuencias", ha señalado.

La urgencia para facilitar la vuelta a la democracia, explica, además del respeto a los DDHH, pasa por "restablecer el orden constitucional" y "devolver al pueblo el derecho al voto" pues "hay que dejar claro que el actual poder talibán no tiene legitimidad popular".

En su paso por Barcelona, donde ha recibido el premio Casa Asia, Koofi ha podido conocer a varios afganos que están acogidos en la ciudad y también otros que viven desde hace años en España.

"Me ha dado mucha energía positiva conocerlos. Parecen muy felices", ha apunto Koofi, quien dice estar "muy agradecida" del esfuerzo de evacuación realizado por España.

Koofi ha recibido en Barcelona del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, el premio Casa Asia 2021 en la categoría de Diversidad y Desarrollo Sostenible por su papel en las conversaciones de paz de Doha, y por su compromiso con la educación de las niñas y las mujeres.

La trayectoria política de Koofi (1975) comenzó en 2001 tras la derrota del régimen talibán en el poder en Afganistán.

En 2005, obtuvo el acta de diputada en las primeras elecciones legislativas que se organizaron en Afganistán por Badakhshan, su provincia natal, y se convirtió en la primera afgana elegida vicepresidenta de la Wolesi Jirga, la Cámara baja de la Asamblea Nacional.

Debido a su defensa de los derechos de las mujeres y su compromiso con la educación de las niñas, ha recibido numerosas amenazas de muerte y ha sobrevivido a dos intentos de asesinato.

A pesar de ello, se ha sentado a negociar con los talibanes: fue la primera afgana en participar en la mesa de diálogo entre los talibanes y los Estados Unidos en Moscú en 2019, y una de las cuatro mujeres que participaron en las negociaciones de paz en Doha en 2020.

Su trabajo le mereció ser designada Young Global Leader por el Foro Económico Mundial y ser una de las candidatas al Nobel de la Paz en la última edición, de 2020. EFE

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