Línea Editorial 18/08/2021
Entenderse con el nuevo Afganistán
Hay que conocer muy a fondo la mentalidad de la civilización islámica para entender la definición de felicidad de los musulmanes que viven las enseñanzas del Corán con radicalidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La aplicación de la ley islámica o "sharía" en Afganistán, que tanto parece preocupar en el mundo occidental, era la lógica salida de una guerra impulsada por el fervor religioso de sus triunfadores. Considerados como terroristas por los Estados Unidos y sus aliados, los talibanes se esfuerzan estos primeros días de su victoria sobre los más poderosos ejércitos de Occidente, en hacer llamamientos a la calma y de proclamar que nada debe temerse de la "sharía" , estimada como la "garantía de la felicidad" de la población, en especial de las mujeres. Hay que conocer muy a fondo la mentalidad de la civilización islámica para entender la definición de felicidad de estos musulmanes que viven las enseñanzas del Corán con radicalidad.
Sin embargo, la paulatina deriva materialista de un mundo occidental que está desvirtuando su civilización cristiana y tirando por la borda sus viejos valores morales, hace incomprensible que cientos de millones de seres humanos sigan como norma de vida las enseñanzas de una religión que rige hasta lo más íntimo de sus conductas personales y colectivas. Es cierto que las nociones de libertad y de igualdad en el mundo islámico nada tiene que ver con la que tratan de imponer las nuevas ideologías relativistas que se extienden por Occidente. Pero ello no puede significar que ese Occidente materialista tenga derecho alguno a imponer su modo de vida como, en definitiva, ha intentado hacer en Afganistán, donde ha dejado como herencia un reguero de corrupción. Ahora habrá que entenderse con el nuevo régimen político-religioso de esta república islámica que ya está siendo cortejada por sus vecinos chinos, rusos y turcos, ávidos de sacar partido del fracaso occidental.