LÍNEA EDITORIAL

Justicia para Rita Barberá

Una vez más se confirma que determinadas acusaciones buscan lo que se denomina la pena de telediario, la condena y el escarnio público

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Con el sobreseimiento del “caso Pitufeo” por la Audiencia Provincial de Valencia, se da por cerrada la historia de las acusaciones de blanqueo de capitales a quien fuera alcaldesa de Valencia, Ritá Barberá. Cinco años después de que falleciera la política del Partido Popular, que murió un mes después de recibir la citación del Tribunal Supremo a causa de la presión a la que estaba siendo sometida, la justicia dictamina ahora la “notoria ausencia de indicios que justifiquen” que se hubieran cometido los supuestos delitos. No habrá, por tanto, ni siquiera vista pública. El caso deja de existir para la justicia.

Lo trágico de esta historia es que la que fuera principal acusada ya no puede celebrar este pronunciamiento de la justicia. Convendría recordar también que otro político valenciano de renombre, Francisco Camps, ha sido absuelto nueve veces de procesos penales que eran en la realidad procesos políticos. Una vez más se confirma que determinadas acusaciones buscan lo que se denomina la “pena de telediario”, la condena y el escarnio público de quien se ve sometido a la presión de algunos medios convertidos en jueces de los procesos. Es lógico que haya quien se pregunte quién va a reparar ahora el daño causado y también que se pidan explicaciones a los socialistas valencianos que utilizaron a la justicia para que Barberá dejara de ser alcaldesa de Valencia. Pero ya no es posible la reparación de una injusticia que ha hecho historia.