Línea editorial: "El aborto, un gran fracaso colectivo para Europa"

Las sociedades europeas son hoy muy plurales, y en ellas conviven diferentes propuestas éticas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Parlamento Europeo votará este mes un informe que declara el aborto como un “derecho humano”. El llamado Informe Matic, en referencia al eurodiputado socialista croata que lo ha impulsado, no es vinculante, pero su aprobación tendría gravísimas repercusiones políticas. De forma inmediata, porque insta a limitar el derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario o a presionar desde las instituciones comunitarias a los países más cautelosos en la regulación del aborto.

Más allá de esto, insiste en la falacia de vincular aborto con los derechos de la mujer. Un punto sobre el que los movimientos feministas deberían reflexionar es que, analizado con el llamado “enfoque de género”, el aborto es profundamente machista, ya que deja a la embarazada desprotegida frente a las presiones, e incluso en ocasiones se utiliza para dar vía libre a la selección eugenésica de hijos varones. Tampoco puede salir gratis vaciar el lenguaje hasta el punto de hablar del aborto como “derecho humano”. Si poner fin a una vida humana es un derecho fundamental, cualquier cosa podría serlo, lo que supone su relativización absoluta.

Las sociedades europeas son hoy muy plurales, y en ellas conviven diferentes propuestas éticas. Pero a esas propuestas hay que exigirles el mínimo que establece Jürgen Habermas de traducir sus demandas a términos racionales que puedan ser compartidos por el resto. La falacia de un “derecho humano al aborto” supone la negación de ese principio tan básico, y es una burda manera de ocultar un monumental fracaso colectivo que Europa todavía no se ha atrevido a mirar frente a frente.