Línea editorial: "La Iglesia alza la voz en Nicaragua"

La Iglesia en Nicaragua mantiene alta su voz y está pagando por ello un precio muy grave, pero sabe que eso es parte de su misión

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, ha pedido a la comunidad internacional y a los organismos humanitarios que adopten las medidas necesarias para proteger a las personas que en Nicaragua han sido injustamente encarceladas por razones políticas. Desde una parroquia en Miami, durante la celebración de la misa dominical, monseñor Báez ha reclamado la liberación de los presos políticos nicaragüenses, sometidos a tortura psicológica, condiciones inhumanas, aislados del mundo y sin poder ver a sus familias.

Báez, que reside desde hace 29 meses fuera de Nicaragua, ha asumido en primera persona las denuncias que familiares de algunos de los presos han hecho públicas. Confinamiento en solitario, interrogatorios diarios, juicios sin asistencia letrada, torturas físicas y psicológicas, así como privación de alimentos, entre otros, son los castigos que el régimen nicaragüense pretende aplicar a los opositores. También los obispos nicaragüenses sobre el terreno han denunciado la estrategia represora del régimen cara a las próximas elecciones presidenciales.

Daniel Ortega ha desplegado una persecución sin cuartel contra políticos, empresarios y periodistas. La Iglesia en Nicaragua mantiene alta su voz y está pagando por ello un precio muy grave, pero sabe que eso es parte de su misión, como en los tiempos de la denuncia frente a la dictadura de Somoza.