Línea editorial: "La verdad del matrimonio y los derechos civiles"

Francisco ha sido constante en esta enseñanza, y en reclamar que los gobiernos no diluyan la institución matrimonial

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Esta semana el Papa volvía a reunirse en un encuentro de oración con representantes de las principales religiones. De ahí salía un fuerte mensaje de unidad en tiempos marcados por la pandemia. Y la reafirmación de que las comunidades religiosas están llamadas a sumar fuerzas con todos, sin que eso suponga renunciar a sus convicciones.

Esa es la perspectiva desde la que habla Francisco al defender que se reconozcan legalmente unos derechos a las parejas homosexuales que en muchos países afrontan problemas en momentos como la hospitalización o la imposibilidad de dejar una herencia tras el fallecimiento.

El pronunciamiento del Papa, durante una entrevista grabada para un documental, ha sido presentado por muchos como un giro doctrinal en la Iglesia, interpretación carente de base. El Papa hablaba del respeto a la dignidad de cualquier ser humano y de la necesidad de tutelar sus derechos civiles. Esto no pone de ningún modo en cuestión la enseñanza constante de la Iglesia sobre la sexualidad y sobre el matrimonio, que se basa en la unión fiel entre un hombre y una mujer.

Francisco ha sido constante en esta enseñanza, y en reclamar que los gobiernos no diluyan la institución matrimonial, pilar esencial de cualquier sociedad, al equipararla a efectos prácticos con otras formas de convivencia.

En nuestra sociedad hay diversas situaciones de convivencia, y lógicamente algunas no coinciden con la enseñanza de la Iglesia. Se trata de que todas las personas encuentren tutelados sus derechos sin pretender igualar lo que exige un tratamiento diferente