LÍNEA EDITORIAL

Los problemas de la universidad española

La publicación del Ranking Académico de las Universidades del Mundo, más conocido como el Ranking de Shanghái, no deja en buena posición a la universidad española

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La publicación del Ranking Académico de las Universidades del Mundo, más conocido como el Ranking de Shanghái, no deja en buena posición a la universidad española. De las mil mejores del mundo, solo aparecen 36, de la cuales 18 conservan su posición respecto a años anteriores, once la mejoran y dos han desaparecido, la Universidad Pablo Olavide de Sevilla y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En términos generales la universidad española ha perdido relevancia general respecto a ediciones anteriores, en una lista en la que las mejores calificaciones las obtienen los centros académicos del mundo anglosajón con el imparable ascenso de las universidades asiáticas.

Al margen de las críticas que se pueden hacer a esta lista de las mejores universidades por los criterios que utiliza, que ponderan más la investigación que la docencia, o la financiación privada frente a la pública, el problema de los centros académicos superiores en España es la desproporción entre los recursos que reciben las universidades públicas y la calidad de nuestro sistema. La proliferación de Universidades, que hace que no haya provincia española que no cuente con uno o varios Campus, la excesiva burocracia, la endogamia en el profesorado y los sistemas de promoción alejados del mérito y la capacidad, además del cada vez más limitado nivel de conocimiento de los estudiantes a la hora de acceder a la educación superior, son algunas de las rémoras que arrastra un sistema universitario excesivamente politizado. La universidad española sigue sin ser competitiva y no es cuestión de fondos, sino de modelo, de apertura de miras.