Una Iglesia que sigue acogiendo, acompañando y reparando

La Iglesia católica en España lleva recorrido un largo camino en la atención y acompañamiento a las víctimas de abusos. Este camino se asienta sobre tres pilares básicos que son la atención individualizada, la reparación integral y la prevención. Las víctimas son escuchadas, no solo sobre sus experiencias sino también sobre la situación en la que se encuentran y sus necesidades, aunando los esfuerzos de las diócesis y de las congregaciones religiosas. El pasado viernes se ha presentado al Defensor del Pueblo, y también a varias asociaciones de víctimas, el Plan de Reparación Integral a las Víctimas de Abusos, que se apoya sobre lo que vienen haciendo, desde hace mucho tiempo, las diversas instancias eclesiales.

El Plan de Reparación Integral se apoyará en el trabajo de las oficinas creadas en las diócesis y congregaciones, porque ya se acoge a las víctimas, ya se les acompaña y ya se les repara integralmente. Ahora se dan los últimos retoques para articular todos estos esfuerzos pensando de manera especial en aquellas víctimas para las que no hay un recorrido judicial posible.

Aunque resulta fácil utilizarla recurrentemente como chivo expiatorio al servicio de determinados intereses, que no son precisamente los de las víctimas de los abusos, la Iglesia prosigue su empeño de prevenir, acompañar y reparar. Ese empeño ya está dando frutos concretos que bien pueden ayudar a tantas instituciones y ámbitos que, por desgracia, no son ajenos a esta terrible lacra social.