El compromiso de Sevilla: buen diagnóstico, falta de concreción
"La importancia del Compromiso de Sevilla es su enfoque integral, que abarca desde la necesidad de conseguir mayor financiación para la cooperación, al problema de la deuda externa"

Escucha la línea editorial de la mañana del viernes 4 de julio de 2025
Madrid - Publicado el
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La IV Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo celebrada en Sevilla ha culminado un año de trabajos con la aprobación del llamado Compromiso de Sevilla, como recopilación de los objetivos asumidos hasta ahora en el marco de la Agenda 2030.
El consenso ha sido posible por la retirada de EE. UU., el mayor donante mundial. Para Donald Trump la cooperación es un gasto superfluo que promueve una agenda mundial izquierdista, en contra de la evidencia de que esa ayuda ha estado siempre supeditada a los intereses nacionales norteamericanos, igual, por otra parte, que sucede con la cooperación europea o la china. La importancia del Compromiso de Sevilla es justamente su enfoque integral, que abarca desde la necesidad de conseguir mayor financiación para la cooperación, al problema de la deuda externa que lastra el desarrollo en decenas de países, en los que se concentra más de la mitad de la población mundial. La experiencia invita al escepticismo.
Esta semana, en un discurso a la FAO, el Papa pedía pasar de las promesas a los hechos en la lucha contra el hambre, un problema que la Cumbre de Sevilla no va a solucionar. La parte positiva es el amplio consenso multilateralista. En un momento de crisis del orden mundial, el Compromiso de Sevilla ofrece una base a los países que deseen trabajar en una nueva arquitectura internacional más justa, pero todo queda al final supeditado a la voluntad política.