¿Dónde están mejor las personas mayores: en una residencia o en su casa?

La presidenta madrileña quiere crear un cheque de dependencia que permita a las familias optar por alguna de estas dos opciones con las mismas garantías.

Gloria López Navas

Publicado el - Actualizado

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Cuando uno llega a una edad o cuando le ocurre a nuestros padres o familiares, hoy en día siempre se plantea la misma duda: ¿es mejor que estén en una residencia o que tengan asistencia en casa?

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado en una entrevista en Trece TV que quiere crear un cheque de dependencia que permita a las familias optar por alguna de estas dos opciones con las mismas garantías. Pero... ¿qué es lo más adecuado?

Todo depende, lógicamente, del estado de salud, tanto físico como mental, que tenga cada persona, aunque el doctor Esteban Pérez Almeida apunta a algo más: “no sólo depende del estado de salud, también depende del nivel de soledad al que esté sometida la persona en cuestión”.

De ahí que, según el doctor Esteban Pérez Almeida, si hay posibilidad, lo mejor es quedarse en casa: “Cuando hablamos de estar a gusto en un determinado sitio, yo siempre digo que, como en casica en ningún sitio. Yo creo que el mayor debe estar en su entorno mientras sea posible eso, claro”, nos explica.

Sin embargo, el principal problema que encuentra este doctor para poder quedarnos en nuestro hogar, estando totalmente a gusto, es encontrar al cuidador adecuado. “Hace falta una mayor cualificación y formación de estos cuidadores, sobre todo, con ciertos pacientes”, remarca. Porque, en su opinión, “no es lo mismo estar con una persona que lo que necesita es una ayuda puntual de dos horas diarias a tener un cuidador 8, 10 o 12 horas al día y que te tenga que ayudar también a solventar problemas como la movilidad”.

De todos modos, elijamos lo que elijamos, lo más importante, dice Pérez Almeida, es combatir como sea la soledad. Una lacra de nuestra sociedad actual que multiplica por 30 las posibilidades de tener un infarto o un ictus a la persona que la padece.