7 de cada 10 personas se sienten inseguras al hablar en público

3 de cada 4 empresas no encuentran trabajadores que sepan comunicarse

Ana Palacios

Publicado el - Actualizado

8 min lectura

¿A quién no le ha pasado? En el colegio, tenías que presentar un trabajo frente a tus compañeros y aparecían los nervios y el miedo escénico. Y sigue pasando a lo largo de toda la vida, muchas personas tienen dificultades para dar una charla o hacer una entrevista de trabajo. 7 de cada 10 personas se sienten inseguras al hablar en público.

Aunque algunas personas tienen más facilidad que otras, la habilidad para hablar en público no es algo que se hereda, es una competencia que se aprende a lo largo de la vida y que mejora con la práctica. Y es algo muy necesario de cara al futuro, las empresas lo demandan cada vez más. Según un informe de IESE Business School a 3 de cada 4 les cuesta encontrar trabajadores que sepan comunicarse.

Causas del pánico escénico

Las causas pueden ser múltiples y muchas tienen su origen en nuestra niñez. Unos padres sobre protectores limitan las potencialidades de su hijo, ya que no esa actitud les da la oportunidad de aprender de sus fallos.

Nos cuesta porque no estamos preparados. Mónica Pérez de las Heras es la directora de la Escuela Europea de Oratoria cuenta a COPE que: “cómo cualquier otra habilidad hay que aprenderla”.

Otras de las causas tienen que ver con nosotros mismos, las personas que se exigen mucho se bloquean y es más fácil que se equivoquen al hablar en público. Una experiencia negativa en el pasado, como un error en un discurso, provoca miedo a que la situación se vuelva a repetir. El miedo a la crítica y a sentirnos juzgados. En general, los pensamientos negativos sólo nos van a provocar nerviosismo a la hora de ponernos a hablar en público.

Mención aparte merece la timidez. Una persona tímida tiende a rehuir mostrarse en público por el temor a hacer el ridículo. Según Pérez de las Heras, España tiene dos problemas a la hora de hablar en público: “un sentido del ridículo exacerbado y falta de sentido del humor para reírnos de nosotros mismos. Algo que por ejemplo no les pasa a los estadounidenses, ni a los británicos, porque a ellos les preparan desde pequeños”.

La timidez se puede vencer con la formación. Lo que no se puede hacer es lanzarse a hablar en público sin saber. Si tienes claves y si alguien te enseña, será siempre más fácil. Todo el mundo tiene algo bueno a la hora de ponerse frente a un auditorio, puede ser la voz, la presencia o el carisma. Son puntos fuertes que debemos fomentar y que podemos aprovechar.

Las nuevas tecnologías, que llegaron para conectarnos, han logrado justamente lo contrario. Cada vez menos cercanía. Antes de hablar por teléfono, muchos prefieren mandar un mensaje. La gente se siente más segura porque el margen de error es menor, te da tiempo a reflexionar. Y eso es un problema. Hablar bien es cada vez más fundamental, antes las palabras se las llevaba el viento, ahora se quedan en Internet.

Prueba y error. Prueba y error, hasta que somos capaces de comunicar algo. Pero eso no es aprender a hablar en público: “como mucho te quitas el miedo escénico, pero la técnica no la aprendes”. Pérez de las Heras cree que tenemos una deficiencia grave a la hora de ponernos frente a un auditorio: “nadie te dice que no debes coger un bolígrafo en mano hablando público, porque esto denota nerviosismo, que tengas cuidado de tu lenguaje verbal, cómo debes proyectar la voz, como puedes enganchar a tu público para seducirles y les guste lo que dices. Por ejemplo, en el mundo de la política, hablan en público, pero otra cosa es que hagan discursos que nos lleguen o nos emocionen. Muchos no saben transmitir. No saben de oratoria”.

Las empresas buscan profesionales que sepan hablar

Hoy en día en las empresas se contrata a la gente por sus habilidades técnicas y se las despide por su falta habilidades emocionales.

Saber comunicarte y hablar en público demuestra confianza y seguridad en uno mismo. Las empresas lo ven como esencial a la hora de liderar un equipo. Sin embargo, encontrar al candidato ideal no es tan sencillo. Sólo el 25% de la población es capaz de hablar en público sin miedo. El 75% de las empresas tiene dificultades a la hora de encontrar candidatos con los perfiles profesionales adecuados.

Falta educación en la oratoria, que desde pequeños nos prepare para en el futuro enfrentarnos a situaciones complicadas y nos ayude a convertirnos en líderes.

Pérez de las Heras nos cuenta que le parece “increíble” que a los 30 o 40 años haya profesionales a los que les de miedo hablar en una reunión, o que bajan la cabeza cuando el jefe pregunta quien hace una presentación ante un cliente. Un trabajador ante una presentación o ante los jefes debe mostrar siempre seguridad.

“En España no nos formamos, me encuentro en mis clases de oratoria con abogados que han llorado por los nervios o a policías que les da miedo hablar en reuniones de equipo. O esos médicos que cuando van a un congreso, a exponer sus casos, y cómo no saben hablar aburren a su público”, subraya Pérez de las Heras. Por eso las empresas demandan cada vez más personas que sepan de oratoria. Hoy en día le damos importancia a hablar inglés, pero no nos damos cuenta de que nos falta presencia para que una empresa pueda contar con nosotros en cualquier circunstancia y lugar.

Hay tres tipos de lenguajes, el verbal o las palabras, el paraverbal que es la voz; y el no verbal es decir, el cuerpo. Las tres tienen que decir lo mismo para dar seguridad. Por ejemplo, en una entrevista de trabajo, tienes que saber controlar tu cuerpo para que no delate tu nerviosismo. Un buen candidato debe estar bien sentado, mirar a los ojos, las manos no deben estar debajo de la mesa, tampoco tamborileando encima, debe tener capacidad para expresarse, mostrar educación.

Hablamos del mundo laboral, pero lo cierto es que esto, lo podemos aplicar a cualquier ámbito de nuestra vida. La boda de un familiar, te piden dar un discurso, en vez de leer una redacción, puedes dar un buen discurso.

Cómo mejorar la oratoria

Hay tres claves fundamentales en la oratoria. En primer lugar, está la naturalidad, es decir, tratar de ser uno mismo. En segundo lugar, la humildad, no creerte más que nadie. Y en tercer lugar, hablar con pasión. Además, nos cuenta a COPE Pérez de las Heras que debemos tener un lenguaje no verbal impecable, que el cuerpo diga lo que queremos que diga: “si tu pierna izquierda se mueve sola mientras hablas en público, es muestra de nervios e inseguridad. Tener un buen inicio, un buen final, enganchar... Son técnicas que todos podemos aprender”.

Existen algunas pautas que podemos poner en práctica para intentar vencer al miedo a hablar en público:

Hacer sentir a la persona, niño, alumno, que su voz importa, es fundamental la confianza. Por ello es esencial que desde el colegio existan horas para hacer debates en las aulas, donde pueden exponer y defender sus ideas. También desde el colegio se pueden recrear situaciones reales. Que tengan que dar charlas, hablar ante una audiencia, etc. Existen, además, talleres sobre técnicas para hablar en público, clubs de debates...

Aprender desde la niñez es fundamental. Cada vez hay más colegios que se empiezan a sumar a las clases de oratoria. El problema, según los expertos consultados por COPE, es que lo hacen sin formar a los profesores en oratoria. Al final son clases de debate, donde no se aplican la técnica. Que los alumnos debatan en el colegio es un comienzo y está bien. Pero no es suficiente. El primer paso es formar a los profesores, para que ellos formen a los alumnos.

León, un alumno de Bachillerato sin miedo a hablar

Tiene 15 años y estudia primero de Bachillerato en el British School de Barcelona. En su centro escolar les ofrecieron dar un curso de oratoria para mejorar sus habilidades y León no se lo pensó ni un minuto: “durante toda mi vida me daba bastante miedo presentar delante de la gente, me temblaban las piernas y me ponía a sudar”.

Mientras duró el curso les enseñaron a perder sus miedos, a base de una serie de pautas donde por ejemplo les contaban que era muy importante mantener siempre el contacto visual con la audiencia, proyectar un tono de voz adecuada a cantidad de audiencia a la que hablas, que la gente se sintiera conectada, incluso donde posicionarte en el escenario: “por supuesto con esto no basta, antes de presentar toca prepararse mucho el tema, sabérselo todo al 100%, así te sentirás cómodo porque vas con esa seguridad”.

León sabe que en el mundo actual la oratoria es fundamental para triunfar, “y cuento con ventaja frente a otros jóvenes porque es una habilidad que a la mayoría no les enseñan. Creo que es importante saber hablar bien para comunicarte y para alcanzar el éxito”.

Hablar bien es comunicar tus ideas, pensamientos y sentimientos de forma clara, así define León la oratoria: “no hace falta alzar tu voz, sino conectar con el de enfrente, haciéndole sentir que está presente y que lo estás contando merece la pena escuchar”. Aconseja a otros chicos jóvenes que se lancen a aprender oratoria, que salgan de su zona de confort y se atrevan a ponerse de pie: “el nerviosismo siempre va a estar ahí, y es totalmente natural, pero con el tiempo todo se mejora. Tienes que confiar en ti mismo”.