Científicos descubren que el origen del Parkinson puede encontrarse en el sistema digestivo

La microbiota intestinal se ve afectada por un exceso de proteína alfa-sinucleína, lo que causa que se desarrollen algunas enfermedades neurodegenerativas

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Según las nuevas investigaciones, la microbiota intestinal (microorganismos cuyo hábitat es nuestro sistema digestivo) es capaz de contribuir a que desarrollemos algunos trastornos neurodegenerativos, como es el caso del Parkinson. Dos estudios publicados en las revistas 'iScience' y 'Scientific Reports' han explicado los mecanismos que podrían estar actuando para que se desarrolle esta enfermedad. Los científicos comentan que podría derivarse de una disbiosis. Esto es un desequilibrio que ocurre entre las bacterias de la causantes de la enfermedad y las que hay (buenas) en nuestro intestino.

Ya en algunas investigaciones previas se había detectado la existencia de la disbiosis en los pacientes con Parkinson esporádico, nombre que confirma que la enfermedad no ha sido heredada. "Nuestra investigación ha demostrado que el Parkinson a menudo se diagnostica tarde y que puede originarse mucho antes en el sistema nervioso entérico (el que controla la movilidad gastrointestinal), antes de avanzar al cerebro", dice Matheus de Castro Fonseca, investigador del Instituto Tecnológico de Caltech (California) y autor principal de uno de los dos artículos.

Las propiedades son parecidas a las de las neuronas

El equipo de investigadores ha descubierto que hay unas células concretas que se encuentran en el epitelio intestional (se denominan células enteroendocrinas) y sus propiedades son parecidas a las de las neuronas. Uno de sus parecidos está en que ambos tipos de células contienen una proteína llamada alfa-sinucleína. Cuando hay un conjunto excesivo de esta proteína, es posible que aparezca el Parkinson u otras enfermedades neurodegenerativas. "Debido a que están en contacto directo con la luz intestinal y conectadas por sinapsis a las neuronas entéricas (se encargan de controlar el aparato digestivo), las células enteroendocrinas forman un circuito que conecta el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso entérico", explica Castro.

Por este motivo, según los científicos, estas células podrían ser la clave para el desarrollo del Parkinson. Durante el estudio, los expertos quisieron averiguar si la bacteria Akkermansia muciniphila era capaz de desatar el almacenamiento de la proteína alfa-sinucleína en las células enteroendocrinas. "Cultivamos proteínas secretadas por estas bacterias en ausencia de moco intestinal y descubrimos que, además de dañar las estructuras celulares, produjeron una acumulación de la proteína alfa-sinucleína. Posteriormente, cuando cultivamos células enteroendocrinas y neuronas juntas, también descubrimos que la alfa-sinucleína acumulada se puede transferir de unas a otras", afirma el investigador.

Causa del Parkinson esporádico

Este hallazgo ha sido muy importante para la comunidad científica, ya que demuestra que la disbiosis puede ser la causa de que se acumule la proteína alfa-sinucleína en el intestino. Además, han descubierto que esta proteína puede esparcirse por el organismo hasta llegar al sistema nervioso central. Esto sería una causa del Parkinson esporádico. "En nuestro estudio con modelos animales encontramos una correlación directa entre la disbiosis intestinal y el Parkinson", asegura Matheus. Un síntoma que puede ser determinante de que se padece esta enfermedad es que la persona padezca estreñimiento durante varios años.

Debido a que las investigaciones en este campo son muchas y la comprensión de estos fenómenos corporales son cada vez mayores, los científicos creen que en poco tiempo, con un simple cambio en la dieta de los individuos, ayudará a que se restablezca el equilibrio en el intestino. Además, con futuros estudios se podrá hacer un trasplante no invasivo de la microbiota a través de cápsulas.