La DGT avisa: tener el depósito de tu coche vacío puede suponer una multa de 3.000 euros

Existen dos tipos de conductores: los que siempre quieren tener el depósito lleno y los que apuran hasta la última gota

Depósito combustible

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Dependiendo de a quién preguntes recibirás una respuesta distinta sobre la parte del coche que es más importante a la hora de ponerse en carretera: unos dirán que los frenos, otros que el estado de las ruedas, pero también muchos otros nombrarán el depósito de combustible. En gran medida, es la parte más relevante del coche, ya que es fundamental para que el conductor pueda hacer los kilómetros que tiene pensados para un trayecto.

En este sentido, existen diferentes tipos de conductores: los que siempre quieren tener el depósito lleno para poder viajar tranquilos en caso de algún tipo de situación anómala y los que apuran hasta la última gota de combustible el depósito y van con el piloto de la reserva casi siempre encendido. En este último caso, el conductor se basa en su forma de conducir y en los kilómetros que hace, suelen ser rutas pequeñas, para calcular, muchas veces a ojo si tienen combustible suficiente o no para continuar.

Las multas por quedarte sin combustible en plena vía

Para este tipo de conductores, la DGT ha preparado una sanción de hasta 3.000 euros si te quedas tirado con el depósito vacío. Este acto está considerado como un ejemplo de irresponsabilidad, regulado por los agentes de la ley y registrado en el propio código de circulación.

Apurar el depósito de gasolina hasta la última gota también es un problema para el conductor, ya que la incertidumbre de llegar o no a la siguiente gasolinera puede poner en peligro al propio conductor en caso de quedarse tirado en plena carretera: si nos quedamos sin gasolina, el coche se para en seco y no podemos acceder a los mandos básicos, pudiendo solo mover el coche a través de la inercia.

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Si esto sucede y no se puede estacionar en punto cercano que no ponga en riesgo a los demás conductores, podremos recibir una multa de 200 euros por quedarnos sin combustible y dejar el coche de una manera no permitida. Todo ello sin incluir las consecuencias mecánicas que también puede sufrir el vehículo. La multa puede llegar a los 3.000 euros si se transportan líquidos peligros, así como abandonar nuestro vehículo en una vía no diseñada para ello.

Todas estas situaciones afectan de lleno tanto al conductor como al propio vehículo. Aunque una persona esté acostumbrada a conducir en reserva, tiene más posibilidades de padecer un cuadro de estrés o fatiga delante del volante. En muchas ocasiones, una situación con un depósito de gasolina al límite parece estar controlada, pero en caso de que la gasolinera habitual esté cerrada o exista algún que otro problema con formas de pago el conductor tiene un grave problema que puede acabar en las multas que hemos citado unas líneas antes.