La Educación Relacional Fontán, un sistema educativo en el que los alumnos son quienes se autogestionan

Cuenta con más de 100.000 estudiantes en 8 países del mundo, entre ellos España

Sandra Asenjo

Publicado el - Actualizado

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Cada vez son más los colegios españoles que se interesan por la Educación Relacional Fontán, un sistema educativo en el que los alumnos son quienes se autogestionan, es decir, se organizan y un profesor los acompaña. En él no hay cursos, sino niveles de autonomía. Tampoco exámenes como los que conocemos.

La finalidad es que los estudiantes puedan trabajar de forma autónoma, en función de sus necesidades. Este sistema ya cuenta con más de 100.000 estudiantes en 8 países del mundo, entre ellos España, aunque aquí los centros lo adaptan a las exigencias de nuestro sistema educativo.

Más de 30 años de historia

Pese a que suene novedoso, la Educación Relacional Fontán (FRE) tiene más de 30 años de historia. Surgió en Colombia y su impulsor es Julio Fontán, quien da nombre a este sistema educativo y dirige el Colegio Fontán Capital, en Bogotá.

"El sistema educativo tradicional tiene un orden aparente. Todos los estudiantes entran el mismo día, ven los mismos temas, hacen los mismos exámenes y van al mismo ritmo, pero cada estudiante es distinto, por lo que esto en verdad genera un desorden en su proceso personal y educativo. Nosotros jugamos al revés. Jugamos a que haya un orden real en el proceso de cada estudiante", cuenta Julio Fontán a COPE.

Niveles de autonomía

En este sistema no hay cursos, sino niveles de autonomía, en los que los alumnos tratan de llegar a unas metas siguiendo, eso sí, los estándares curriculares, porque, como en España, la mayoría se tendrá que enfrentar a unas pruebas de acceso a la Universidad.

Su creador recalca que el 96% de los alumnos alcanzan los estudios superiores con éxito, mientras la media en Colombia está por debajo del 40%, según datos de su Ministerio de Educación.

La diferencia reside en que el proceso para alcanzar esos objetivos es diferente: "Como el profesor no está dedicado a dar las clases como conocemos, o a corregir cientos de exámenes, todo su trabajo está centrado en ayudar a aprender a cada uno de los estudiantes. En este sistema lo que los alumnos desarrollan es la capacidad de aprendizaje autónomo y son los educadores quienes les ayudan a desarrollar esta capacidad, que, por otro lado, van a requerir el resto de su vida", explica el impulsor de este método, en el que no hay exámenes, pero los alumnos sí que tienen distintas pruebas de evaluación para, también, orientar a las familias.

En paralelo, este centro funciona como método de investigación para los propios profesores.

El FRE en España

El FRE cada vez está más presente en los centros españoles, pero adaptado a la ley educativa de aquí. Toman la idea de la autonomía y de la importancia de motivar y dar un sentido a lo que aprende cada estudiante.

Sin embargo, en España se mantienen los exámenes y las ratios de alumnos son más grandes, mientras que en Colombia cada grupo consta de una decena de alumnos.

Un ejemplo es el Colegio Jesuitak Donostia de San Sebastián, que adaptó este sistema FRE en el curso 2019/2020. Allí, al no poder tener clases reducidas, aplican el método de "docencia compartida", en el que mezclan los grupos en función de las necesidades de los estudiantes: "Es más personalizado porque nos permite jugar con diferentes agrupaciones y dinámicas, por lo que se atiende mejor a cada estudiante y se está más cerca de cada uno de ellos", cuenta a COPE Regina Ariceta, responsable de innovación pedagógica de este centro en las etapas de infantil y primaria, que explica que el principio en el que se basan es el de "motivación intrínseca", que consiste en lograr una motivación interna en el estudiante. Que sea él el que quiera aprender y guíe su proceso de aprendizaje.

Autoevaluación

Pese a que en este centro sí que hay exámenes, también trabajan la autoevaluación en los alumnos, como relata Amaia Arzamendi, responsable de innovación pedagógica en las etapas de secundaria y bachillerato: "Hay mucha evaluación porque se fomenta mucho que el estudiante haga su propia evaluación. También le das la posibilidad de que siempre mejore. No se queda con la nota del examen, sino que le das la oportunidad de que pueda siempre superarse, lo que supone una mejora en los procesos de metacognición".

Además de en este centro de País Vasco, este sistema autónomo ya lo aplican en colegios de Madrid, Cataluña o Comunidad Valenciana.