España, a la cabeza de los países que más esperanza de vida ha perdido en la pandemia

Sigue siendo uno de los países más longevos del mundo. Nos superan Japón, Irlanda, Chipre y Suecia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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2020 puso fin a dos décadas en las que ganamos casi 4 años en esperanza de vida. La COVID-19 supuso uno de los mayores retrocesos de los países de nuestro entorno al perder casi un año y medio y situarse en los 82,3 años según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE): algo más de 85 años para las mujeres y de 79 años para los hombres.

Desde el año 1999 y hasta el 2019, la esperanza de vida al nacer en España se incrementó en 3,9 años en el caso de las mujeres y en 4,5 años en el caso de los hombres. Una tendencia al alza que se ha visto interrumpida por la crisis sanitaria de la COVID-19. Según Eurostat, solo en marzo de 2020, el mes en el que el Gobierno declaró el Estado de Alarma y se inició el confinamiento en casa, España registró un aumento del 80,8% en mortalidad con respecto a la media de los años anteriores.

El descenso de la esperanza de vida fue de 1,3 puntos en tan solo 2020, la mayor bajada en Europa junto con la que registraron Bélgica y Bulgaria. Nos siguen de cerca Polonia, Italia y Rumanía con un descenso del 1,2.

Dos años después del comienzo de la emergencia sanitaria se espera que la media de esperanza de vida se recupere. Los datos de un estudio independiente llevado a cabo por la plataforma británica 'Our Life Plan' estima que para 2050 la media de vida en España sea de 93 años. La media de los países de la Organización por la Cooperación y el Desarrollo Económico aumentará en promedio de los 82 a los 92 años.

Pero, ¿tiene límite este aumento en las expectativas de vida al nacimiento? Como indica el presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), José Augusto García Navarro, a día de hoy se está viendo que el tope máximo de lo que puede llegar a vivir un ser humano está en los 120 años. Y los avances médicos ayudarán previsiblemente a que podamos llegar aún más lejos. Aún así lo deja claro: “no se prevé en estos momentos poder llegar a la inmortalidad de la especie humana, ni muchísimo menos”.

A día de hoy, como apunta García Navarro, las únicas claves que existen y que se han probado eficaces para prolongar la vida son sencillas: el ejercicio físico diario y a cualquier edad adaptado a las limitaciones de cada uno, una dieta saludable -la mediterránea es la más idónea- y mantener la mente activa a través de actividades como la lectura o el mantenimiento de interacciones sociales. “Es por eso que España, por su idiosincrasia y su posición geográfica, es uno de los países más propicios para tener una esperanza de vida de las más elevadas del mundo”.

Es precisamente eso lo que hace Vicente, que con 81 años ya ha superado los 79 que según la media de 2020, viven los hombres españoles. “Ahora que ya estoy jubilado y quedaron atrás los días de levantarme a las 7, aprovecho y salgo de la cama a las 10 o a las 11, cuando lo hago desayuno un par de tostadas con aceite de oliva, y sobre la una salgo a dar una vuelta y veo a la gente conocida, paseo que es lo que me encargó el médico”. Con una rutina tan sencilla pero tan completa Vicente cubre, sin mayor esfuerzo, las claves médicas para vivir más.

La ciencia al servicio del envejecimiento: La gerociencia

Además de esos hábitos saludables, influyen los genes entre otros factores. Es así como ha llegado Marita a los 86 años a pesar de que el deporte no haya sido nunca santo de su devoción ni siga tampoco una dieta perfecta: “yo la verdad es que no hago nada de ejercicio. Mi médico me recomendó dar paseos y le dije que no, que no me gustaba nada. Tampoco controlo lo que como, como de todo sin fijarme mucho. Lo que sí hago es mantenerme ocupada, charlar con todo el mundo, escuchar la COPE y jugar al 'Candy Crush', me gusta mantener la mente activa.

La ciencia que estudia el envejecimiento se denomina gerociencia y en un futuro no muy lejano, según señala García Navarro, podríamos ver fármacos que nos ayuden a envejecer mejor, a prevenir las enfermedades crónicas típicas de la edad o que, si aparecen, sean menos incapacitantes.

Madrid, la región peor parada de Europa

A pesar de las medidas de prevención, del confinamiento en casa y de que fue una de las Comunidades que más tardaron en pasar a la fase 3 del desconfinamiento, Madrid ha sido la región de Europa que más años de esperanza de vida han perdido durante la pandemia del coronavirus. En total ha perdido 3,5 años de media entre hombres y mujeres. Pasó de 85,8 años en 2019 a 82,3 en 2020. A Madrid le siguieron Lombardía, la región italiana donde primero tuvo incidencia el virus en Europa -con una bajada de 2,8 años (de 84,2 a 81,4 años)-, y Castilla La Mancha, con una caída de 2,8 años.