Gasolineras cerradas y coches tirados en la carretera: así fue la crisis del petróleo de los años 70

A lo largo de la historia, en todo el mundo se han dado una serie de crisis que han supuesto un antes y un después para la historia de la economía delos países. Lo que está repercutiendo en la Guerra de Ucrania, no está siendo nada novedoso para quien conozca un poco la historia; y es que, en el momento en el que en el que la calma tensa del planeta se rompe, las consecuencias para nuestros bolsillos se reproducen inmediatamente.

Un ejemplo de estos sucesos, tiene en común una conexión con lo que está sucediendo actualmente con el petróleo en todo el mundo. Y es que en el año 1973, se dio una circunstancia que en el largo plazo generó una crisis económica de tal gravedad que provocó algo que a día de hoy vemos con total normalidad, el cambio de hora que habitualmente tenemos en los meses de octubre y marzo.

En ese año 1973, como acto de represalia a los países que apoyaron a Israel en la Guerra del Yom Kippur, el bloque árabe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de llevar a cabo un embargo petrolífero a las naciones occidentales. Esta medida de castigo provocó un incremento de los precios del petróleo y en consecuencia un fuerte aumento de la inflación. Otros de los efectos de esta crisis fueron el aumento del desempleo y un bajo crecimiento económico.

Japón, Estados Unidos y Europa consumían petróleo masivamente entre el final de la Segunda Guerra Mundial y bien entrados los años 70. Los países occidentales tenían una fuerte dependencia del petróleo; y el valor del dólar estadounidense caía de como consecuencia de la guerra de Vietnam. La economía de los Estados Unidos comenzaba a mostrar síntomas preocupantes, como una desaceleración en el crecimiento, un incremento salvaje de la inflación y el encarecimiento de los bienes básicos.

Una crisis que afectó a medio mundo

En occidente siempre ha existido una importante dependencia del petróleo de Oriente Medio, y todos estos estados se vieron sumidos en una grave crisis económica mientras el precio del petróleo aumentaba. El precio del barril de petróleo aumentó de los 2,90 dólares a los 11,90 dólares. Estas consecuencias generaron un malestar económico que afectó a gran parte del mundo

Ante un aumento desorbitado de los precios del petróleo y los problemas de suministro, muchos países optaron por reducir su dependencia del crudo apostando por otras fuentes de energía. Francia, por ejemplo, apostó por la energía nuclear, mientras que Estados Unidos y Canadá optaron por la quema de residuos de madera.

Por parte del caso de nuestro país, la España rural viajó a las ciudades en busca de oportunidades laborales. Esto generó un relevante crecimiento económico en los dos primeros años de la década de los setenta, hasta la llegada de la crisis del petróleo. En ese momento, el Índice de Precios al Consumidor se disparó a un ritmo de un 9% anual. Dos terceras partes de nuestro consumo energético dependieron de las importaciones de crudo.

El precio en la calle de la gasolina aumentaba un 20%, y los ingresos del Estado por la venta de derivados del petróleo disminuían un 35%. No se pudo mantener el ritmo, no se podía pagar, por lo que hubo que reestructurar toda la industria. Para paliar la crisis, el Estado asumió el coste del crudo reduciendo los impuestos que gravaban el consumo de derivados. Con los años y con dificultades, los niveles económicos lograron estabilizarse