CORONAVIRUS PANDEMIA (Crónica)

Igualada, la ciudad de los carritos de la compra y las mascarillas

Tras la conmoción que supuso anoche la orden de confinamiento de unas 70.000 personas que viven en el área de Igualada, este viernes sus residentes se han levantado con ganas de llenar las despensas y han acudido prestos, desde primera hora, a grandes superficies comerciales, algunos con mascarillas. ,Xavi ha explicado a Efe que antes de las nueve de la mañana se encontraba ya en uno de estos establecimientos y, levantada la persiana, ha tenido problemas

Agencia EFE

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Irene Dalmases.

Tras la conmoción que supuso anoche la orden de confinamiento de unas 70.000 personas que viven en el área de Igualada, este viernes sus residentes se han levantado con ganas de llenar las despensas y han acudido prestos, desde primera hora, a grandes superficies comerciales, algunos con mascarillas.

Xavi ha explicado a Efe que antes de las nueve de la mañana se encontraba ya en uno de estos establecimientos y, levantada la persiana, ha tenido problemas para circular con uno de los carritos, porque había cola incluso para hacerse con uno de ellos.

Aunque el lugar estaba abastecido, ha notado que en la sección de papel higiénico y de papel de cocina había mucho menos material de lo habitual, con las estanterías prácticamente vacías, lo mismo que les ha pasado al matrimonio formado por Josep y Teresa en otra tienda en la otra punta de la ciudad.

Josep ha mostrado su hartazgo por el comportamiento de algunas personas, "porque hay mucho nerviosismo y se nota en el ambiente", aunque también ha dejado caer que, si bien la capital de Anoia vive hoy una jornada "diferente", hay "fábricas abiertas, gente tomando un café e incluso alguna que otra pareja de jóvenes besándose como cada día en plena calle".

En el mercado de la Masuca, Ester ha contado que ha visto algunas paradas cerradas, como una a la que acude habitualmente, en la que venden fruta, y cuyos propietarios son originarios de Cervera (Lleida) y no han podido entrar en la localidad.

Como cada viernes, ha agregado, la mayoría de los compradores eran personas mayores, con sus carros, con algunas paradas con muchos usuarios, especialmente, las que despachan carne.

Por otra parte, ha señalado que en una tienda del Área de Guissona que anoche no había ni un producto, esta mañana ha podido comprar todo lo que ha querido porque ha llegado un camión a primera hora con alimentos nuevos.

En cambio, al igual que en los últimos días, no han abierto sus puertas algunos establecimientos regentados por personas procedentes de China, ya sean tiendas de objetos o bares.

Nuri, una jubilada de más de 80 años, ha pospuesto su habitual visita de los viernes a la peluquería, en un momento en el que ya tiene interiorizado que no verá a su hijo David y a sus nietas porque viven en la cercana La Torre de Claramunt, fuera de la zona afectada.

Por su parte, Joan, otro jubilado en la sesentena, ve con cierta preocupación la paralización de las obras de la cocina y el lavabo de su casa, que están llevando a cabo desde hace unos días una cuadrilla de paletas de Carme, otro pueblo de Anoia no afectado por el confinamiento.

Además, se da la circunstancia de que desde el inicio de estos trabajos vive en casa de su hija Míriam y ahora cree que deberá prolongar su estancia allí, donde dos de sus nietos jugaban esta mañana en el patio, un poco ajenos a lo que supone la pandemia de coronavirus, contentos de no ir al colegio.

Marta, con tres hijos en la veintena, a los que no verá al menos en quince días, porque dos de ellas estudian en Barcelona y allí se encuentran y el mayor está trabajando en Londres, ha explicado que a lo largo de la mañana se oía "el silencio de cuando nieva", porque ha notado que ha descendido el habitualmente bullicioso tráfico de Igualada, donde muchos utilizan el coche para casi todo.

A la vez, no ha dejado pasar que tiene la sensación de que la denominada Conca d'Òdena "está siendo un poco el chivo expiatorio de lo que irá pasando próximamente en otros sitios".

A pesar de que los establecimientos de alimentación han visto cómo aumentaban durante toda la mañana sus ventas, algunos gimnasios han optado por cerrar y tampoco han abierto algunas gestorías, que, sin embargo, se han comunicado a través de correo electrónico con sus clientes para informarles de que por este canal podían ponerse en contacto con ellos.

El confinamiento, algo que nunca antes habían vivido los habitantes del área de Igualada, afecta todos los aspectos de la vida de sus habitantes, como resaltaba Concepció, quien con unos matrimonios amigos, ya jubilados, esta tarde tenían previsto encontrarse y jugar unas partidas de cartas. "Lo dejaremos para Semana Santa, si podemos entonces", ha apostillado.