ESPAÑA DESPOBLACIÓN (Crónica)

60 kilómetros en burra para denunciar que la despoblación no tiene fin

Existen más sorianos viviendo fuera de su provincia que dentro. En concreto 71.757 frente a 63.508. Este es solo un ejemplo de la despoblación sin fin que padecen algunos territorios en España y que el alcalde de Torrubia de Soria, Raimundo Martínez, ha querido denunciar partiendo con su burra Margarita hacia Calatayud para coger este domingo el AVE a Madrid y participar en la manifestación de la España vaciada.,Con esta imagen más propia de

Agencia EFE

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Juan Carlos Hervás.

Existen más sorianos viviendo fuera de su provincia que dentro. En concreto 71.757 frente a 63.508. Este es solo un ejemplo de la despoblación sin fin que padecen algunos territorios en España y que el alcalde de Torrubia de Soria, Raimundo Martínez, ha querido denunciar partiendo con su burra Margarita hacia Calatayud para coger este domingo el AVE a Madrid y participar en la manifestación de la España vaciada.

Con esta imagen más propia de la España de la posguerra, Martínez ha querido denunciar, según ha explicado a EFE, el abandono en servicios que sufre su comarca y toda Soria, fruto de una despoblación que no tiene fin, según muestran las estadísticas oficiales y ante la parsimonia e impotencia de los partidos políticos.

Soria, que ha perdido mil habitantes cada año en el último quinquenio, tiene hoy 88.000 vecinos -entre los nacidos en esta provincia y los de otras- en sus 10.000 kilómetros cuadrados de superficie, el 90 por ciento de la cual cuenta con un ratio poblacional considerado como un desierto, un territorio que se está quedando sin moradores para preservar el rico patrimonio paisajístico y patrimonial que alberga.

Rodeado de una gran expectación mediática y de medio centenar de personas, entre representantes de la plataforma Soria ¡Ya!, alcaldes de la zona y miembros del PP de Soria y Ciudadanos, Martínez ha señalado que a los políticos se les ha ido de las manos el medio rural.

"Se creen que sólo existe Madrid y Barcelona pero también hay gente en Soria y hay que trabajar también por estas zonas", ha reclamado.

Torrubia de Soria es fiel reflejo del mal de la despoblación que aqueja a Soria desde hace décadas: de contar con medio millar de habitantes, dos escuelas y dos bares con una estación del ferrocarril hace menos de un siglo, hoy apenas tiene empadronados a medio centenar de personas.

Martínez llegará el domingo a la estación del AVE de Calatayud, el símbolo de la España del siglo XXI, y pondrá en evidencia que a apenas a 60 kilómetros se sigue viviendo todavía en el siglo XX, en un viaje que, lejos de ir hacia adelante, se adentra cada día más en el pasado, ante la supresión progresiva de servicios por la despoblación.

Lejos están los 160.000 habitantes que la provincia de Soria alcanzó en 1951, año a partir del cual comenzó el declive demográfico, fruto de la mecanización del sector primario y el éxodo de la mano de obra sobrante a las grandes ciudades industriales españolas.

"Una zona pobre como era Soria financió el desarrollo de las zonas periféricas y de la metrópoli de su país. Esta es la gran paradoja de un modelo de desarrollo consistente en propiciar la riqueza en aquellos puntos que gozan de un sector industrial desarrollo", ha explicado el historiador Carmelo Romero.

"Es el problema de la España vaciada. Nos la están vaciando por el robo de oportunidades", ha afirmado uno de los portavoces de la plataforma Soria ¡Ya!, Joaquín Martínez Buberos, quien ha animado a la España interior a movilizarse en Madrid este domingo para que los partidos políticos se dejen de más palabras y pasen a los hechos cuando hablan de retos demográficos.

"Buscamos que el reto demográfico se haga realidad con inversiones y no con palabras. Buscamos una discriminación positiva que sea real", ha reclamado.

Sus principales reivindicaciones, que llevan repitiendo en las dos últimas décadas, son infraestructuras viarias (autovía del Duero y de Navarra), ferroviarias -adaptar la línea a Madrid para que se pueda viajar en dos horas y no en tres como ahora-, discriminación fiscal positiva para empresas y profesionales, potenciación del regadío, terminar con la brecha digital y garantizar los servicios sociales básicos.