Más de 10.000 ingresados y las variantes BA4 y BA5 en aumento: así avanza la séptima ola de covid en España
Las dos nuevas mutaciones son más contagiosas y sortean mucho mejor la carga inmunitaria que nos han proporcionado las vacunas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con las vacaciones en marcha y todo lo que ello supone a nivel de reuniones familiares y de amigos, eventos multitudinarios como festivales o verbenas, el último informe de Sanidad conocido este viernes refleja los peores datos de coronavirus de los últimos meses. Más de 80 mil nuevos contagios, 205 fallecidos y un aumento notable de la presión hospitalaria en las últimas semanas. Ahora mismo hay más de diez mil hospitalizados en planta y, por su parte, los ingresados en UCI también suman el mayor número en meses, con 449 pacientes.
Es imposible ofrecer un registro actual sobre la incidencia real del virus, ya que desde finales de marzo, el ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas solo recogen en las estadísticas los contagios en mayores de 60 años, pero la curva va en ascenso de forma imparable y roza los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.
Es prácticamente innegable que nos encontramos inmersos en la séptima ola de la pandemia en nuestro país. Desde el 10 de junio, la incidencia ha escalado de los 589 casos por cada 100.000 habitantes a los 996 actuales y la ocupación hospitalaria lo ha hecho desde el 5,5 % hasta el 8,3 % actual, mientras que en las unidades de cuidados intensivos han subido del 3,8 % al 5 %.
Tras la retirada de las mascarillas a mediados de abril, los ingresos hospitalarios se mantuvieron mayormente estables con registros que oscilaron entre los 4.800 y 6.500 pacientes en toda España, pero en las últimas semanas la cifra ha ido en progresivo aumento y supera ya los 10.200 (2.456 más que la semana pasada).
Presión hospitalaria irregular entre autonomías
Madrid tiene el indicador de trasmisión entre mayores de 59 años más acusado de España, con 1.650 casos, y la presión hospitalaria más comprometida en este momento, de 13,1 % y en UCI del 8,7 %. No todas las comunidades con incidencias muy por encima de los mil casos, que son La Rioja, Extremadura, Canarias y Galicia, están registrando, a la par, un empeoramiento a la par de sus indicadores hospitalarios. Si ocurre, al igual que en Madrid, en Cataluña (10,8 %), Castilla-La Mancha (10,4 %), País Vasco (9,6 %), Baleares (9,l %) y Castilla y León (8,9 %), que sufren un empeoramiento de su ocupación hospitalaria global, al tiempo que repunta la incidencia.
Además, desde el 24 de junio se han detectado 204.550 contagios entre la población general en toda España, a tenor de que se realizan menos pruebas, y en los últimos 14 días 122.719 infecciones de mayores de 59 años, 42.997 desde el martes. Madrid (17.937) y Cataluña (15.298) son las regiones que más contagios registran, mientras que La Rioja (715) y Navarra (993) son las que menos, sin tener en cuenta Ceuta y Melilla.
Se reabre el debate en torno al uso de la mascarilla
Con estos datos encima de la mesa se ha reabierto el debate en torno al uso de la mascarilla. Varias comunidades autónomas, como Cataluña, Castilla y León o Madrid ya han recomendado su uso en interiores, una petición a la que se ha sumado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que ha hecho una llamada a la prudencia y a la utilización de las medidas de protección al recordar que, "en este tiempo hemos aprendido a mantener el virus a raya", mientras ha vuelto a subrayar que el incremento de la incidencia se debe a los nuevos sublinajes de ómicron.
Qué sabemos de las dos nuevas mutaciones de ómicron
En concreto, hay dos nuevas mutaciones del virus, que las han catalogado como BA4 y BA5. Se trata de dos variantes que son más contagiosas y que sortean mucho mejor la carga inmunitaria que nos han proporcionado tanto las vacunas como haber pasado el virus previamente. Además, hay que apuntar que ofrecen, por lo general, cuadros más leves que los de la variante Delta o la variante Ómicron.
En cuanto a la sintomatología de estas dos nuevas mutaciones, por un lado, siguen presentando fatiga, tos, fiebre y dolor de cabeza, todos ellos síntomas conocidos en variantes previas. A esto hay que sumar tres aspectos que, según recoge el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles, son característicos de BA4 y BA5 y permite diferenciarlas. Es más común que estos linajes provoquen diarrea, así como dolor de garganta y su tiempo de incubación es algo más corto.