Nuestros bolsillos tiemblan ante la inflación
La cesta de la compra sufre también la subida de los precios, y nos cuesta más de un 20% más. Ya se priorizan los alimentos más baratos del supermercado y las marcas blancas
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2022 está siendo un año duro y caro. Los estragos de la pandemia y la guerra de Ucrania están haciéndose notar y ya podemos apreciar la subida generalizada de los precios. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios han estudiado cómo los consumidores han cambiado ya sus hábitos de consumo ante esta situación. El 75% de los encuestados ya ha modificado estos hábitos de energía, agua, movilidad o todo lo relativo a la compra. Y es que hoy la cesta de la compra nos cuesta un 17,6% más.
A un lado los productos básicos
Leche, harina, huevos, frutas o verduras son algunos de los productos básicos que se han encarecido en más de un 20% en tan solo un año. El encarecimiento de estos productos es claramente notable, y no se prevé que vayan a bajar inmediatamente. Así lo ha contado para COPE Ricardo Palomo, Catedrático de Economía Financiera de la Universidad CEU San Pablo: “con esta subida van ha cambiar nuestros hábitos de consumo. Y precisamente esto va a hacer que varios sectores se vean claramente perjudicados, todo lo que tenga que ver con la carne o con productos básicos. La tendencia es que siga subiendo, porque pese a estar subiendo los tipos de interés, y que esto pueda enfríar un poco la inflación, pero claro estos efectos no se corrigen de forma muy rápida”.
La Organización de Consumidores y Usuarios – la OCU- ha analizado precisamente cuánto nos está costando de más hacer la compra, teniendo en cuenta las subidas de estos productos primarios y básicos, destacando: subidas del aceite de girasol en un 118%, el aceite de oliva en casi un 53% o la harina con un 50% más que hace un año por estas fechas.
Otros productos que se han encarecido son los más frescos, como la subida de los huevos o la subida de carnes como el pollo, el vacuno o el cordero. Y precisamente esta subida de los alimentos más básicos, que consumimos en practicamente todos los hogares, ha hecho que se opten por opciones más procesadas y por tanto, menos saludables.
En la siguiente tabla de Instituto Nacional de Estadística se muestra precisamente esta variación de los precios más básicos:
La inflación en nuestra salud
Y que los precios de alimentos básicos se encarezcan provoca que se opten por productos que quizás no son tan sanos o interesantes nutricionalmente hablando. Mari Lourdes de Torres – enfermera, delegada de Nutrición del Consejo General de Enfermería de España y coordinadora de ADENYD – ha advertido a COPE del problema de estas alternativas baratas: “Es más barato dar de merendar a un niño un vaso de leche con galletas que una pieza de fruta, pero al tener altos valores de azúcar, afectará a su salud directamente”.
Esta inflación, por tanto, está afectando directamente a nuestros bolsillos, pero al mismo tiempo está haciendo vulnerar nuestra salud.