¿Por qué hay países que empiezan vacunando a los más jóvenes?

Indonesia y Japón vacunan primero a los jóvenes y sanitarios, aunque los expertos mantienen en COPE que es más eficaz empezar por los mayores y grupos vulnerables

Maribel Sánchez Margallo

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Los países de la UE llegaron al acuerdo de empezar vacunando a los grupos de riesgo para reducir la tasa de víctimas mortales y la carga que pesa sobre los servicios esenciales. Siguieron las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, aunque no todos los países han seguido estas recomendaciones sugeridas también por la comunidad científica.

El profesor de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas, Alberto Priego, asegura en COPE que “la estrategia de vacunación está en todos los casos condicionados por la capacidad de recibir vacunas por parte de las farmacéuticas. Partiendo de esa premisa, salvo Israel, todos los países van por detrás de sus previsiones que hicieron inicialmente”.

SURESTE ASIATICO, CONTRA CORRIENTE

Indonesia ha puesto en marcha la estrategia más novedosa comenzando por los jóvenes y trabajadores. Alegan que lo hacen porque son los mayores propagadores del virus, pero además forma parte del ensayo que le pidió hacer el laboratorio CoronaVac, fabricado por Sinovac en China.

Indonesia, con una población de 270 millones, tiene el mayor número acumulado de casos de covid-19 en el sudeste asiático y el 80% de ellos se encuentran entre la población activa. A esto hay que añadir que la mayoría de las personas mayores de Indonesia viven con sus familias y, a menudo, es imposible aislarlas de otros grupos de edad.

Sin embargo, los epidemiólogos y virólogos consultados por COPE recuerdan que el protocolo de vacunación en estos países está marcado por las necesidades de los laboratorios que les suministran los antígenos más que por las recomendaciones de los expertos.

El Dr. Marcos López Hoyos, jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander) y presidente de la Sociedad Española de Inmunología explica en COPE que “la gente joven se mueve más y puede infectar, pero lo primero que hay que hacer es parar la sangría y la presión sanitaria que se está produciendo en la mayoría de los países”.

Otro ejemplo evidente de que siguen su propia estrategia lo encontramos en otro país del sureste asiático. Japón comienza esta semana su campaña de vacunación con voluntarios del personal sanitario, después lo harán con 3,7 millones de profesionales sanitarios y, en marzo, inocularán a unos 36 millones de personas mayores de 65 años.

Las autoridades japonesas explican que la estrategia de vacunación empezando por el personal sanitario se hace para controlar los contagios en un país que tiene previsto acoger los Juegos Olímpicos en menos de seis meses.

EL ÉXITO DE ISRAEL

Israel y Reino Unido son los países que más han arriesgo en su estrategia de vacunación. El primero lo consiguió adelantándose en la negociación con las farmacéuticas y los británicos, apostando por la cantidad de vacunados (una dosis) frente a la calidad (dos dosis).

El profesor Alberto Priego recuerda en COPE que “Israel fue el primer país que empezó a negociar con Moderna en abril de 2.020 y eso le ha dado una mejor posición. Además, es un estado muy centralizado, con gran capacidad de movilización y, además, Pfizer le eligió para desarrollar la última fase de su vacunación que empezó el 18 de diciembre. Tiene vacunada prácticamente toda la población y da esperanzas con el resultado entre los inmunizados”. Reino Unido ha optado por retrasar la segunda dosis de la vacuna hasta 12 semanas para conseguir llegar al mayor número de ciudadanos.

Israel empezó a vacunar muy pronto con la implementación de una técnica masiva denominada “drive-in” (sin bajar del coche) que luego se utilizó en California (EEUU) y ahora se ha extendido por muchos países, incluido España. Sin embargo, el director del CCAES (Centro de Control de Alertas y Emergencias Sanitarias), Fernando Simón, ha explicado que la vacunación se debe hacer siempre en los centros del Sistema Nacional de Salud.

Como experto en Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas, el profesor Priego, se muestra convencido en COPE de que “quién más ha arriesgado es el Reino Unido porque tampoco tenía muchas más opciones al salirse de la Unión Europea. Su estrategia se basa en adelantándose una semana en la aprobación de vacunas a la UE y, la que ha recibido más críticas por parte de los científicos, administrar una dosis y esperar 12 semanas a la siguiente (ha optado por la cantidad, más que la calidad).

Israel ha optado por la calidad inmunizando a grupos de edad, igual que en Europa, pero Reino Unido ha pensado que con una primera dosis se puede tener una inmunidad del 90%, algo que no está probado. Son dos estrategias arriesgadas, pero la israelí es más acertada y si se puede llevar a cabo es porque su población es de 10 millones y la de Reino Unido son 65 millones”.

Además, en Estados Unidos han vacunado a más de 50 millones de personas con las dos dosis de Pfizer o Moderna y ha regresado a la tasa de infección de coronavirus más baja desde octubre. Para conseguirlo optó por estrategias como la de reabrir el parque de Disneyland en California, cerrado desde marzo, para la realización de una campaña de vacunación masiva.

GEOPOLÍTICA TRAS LA VACUNA

El profesor Alberto Priego recuerda en COPE que “en la UE vamos todos al mismo ritmo porque teóricamente hemos negociado todos juntos, pero Alemania firmó con Pfizer una distribución de 30 millones de vacunas que ha hecho tambalearse la estrategia común de negociación y eso ha hecho que Chipre (que negocia la compra de vacunas que le van a sobrar a Israel) y Hungría (prefiere la vacuna rusa) empezaran a negociar aparte”.

La vacuna rusa Sputnik V comenzó siendo cuestionada por la comunidad científica internacional por considerar que no ha superado las mismas pruebas que las vacunas desarrolladas por otras empresas farmacéuticas. Empezó en el pasado mes de diciembre dando prioridad a personal sanitario, profesorado y personas con enfermedades crónicas. Desde entonces se han entregado más de 1,6 millones de dosis para la población civil y este mes de febrero comenzará a inocularse en el resto de la población.

Pero es evidente que tanto Rusia y como China utilizan sus vacunas para extender su influencia por otras zonas del planeta. Por eso, Bladimir Putin ha firmado con gobiernos amigos como Bielorrusia, Irán, Venezuela, Argelia, Serbia, Hungría, Argentina o Bolivia y con las regiones rebeldes ucranianas de Lugansk y Donetsk. Los chinos lo han hecho con Indonesia, Filipinas, Emiratos, Bahréin, Egipto, Perú, México, Brasil y Chile.

De hecho, en Latinoamérica, Chile se convierte en líder indiscutible con una estrategia de vacunación masiva tras recibir 4 millones de dosis de Sinovac. Otros países como Argentina o Bolivia inoculan la vacuna Sputnik V.