La primavera será muy calurosa y seca tras el invierno más cálido del siglo XXI

La primavera, que comienza el viernes a las 04:50 hora oficial, empezará con lluvias, aunque no será la tónica habitual

La primavera entra a las 04:50 horas del viernes

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La primavera, que comienza el viernes a las 04:50 hora oficial, será calurosa en todo el país y más seca de lo normal en el norte peninsular, sobre todo en las comunidades de Galicia y Asturias, después del invierno más cálido en España en todo el siglo XXI.

A lo largo de esta primavera existe una "gran probabilidad" de que la temperatura alcance valores superiores a los normales en toda España, lo que supone que la temperatura media trimestral estará, al menos, 0,5 grados por encima de lo normal, aunque en algunas zonas ese valor va a ser "francamente superior", según datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

"En Pirineos y sobre todo en el sudeste peninsular es donde se prevén temperaturas más altas, con anomalías positivas cercanas a 1 grado centígrado", ha avanzado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, para quien la tendencia del calentamiento global es más patente en las primaveras y veranos.

Respecto a la precipitación, los datos de la Aemet para el periodo abril-mayo-junio apuntan que lloverá menos de lo habitual en esa época del año en el norte, principalmente en Galicia y Asturias, mientras que en el resto de España no existe una tendencia clara.

El Invierno más cálido del siglo XXI

Del Campo ha resaltado, que la estación invernal ha sido en el conjunto de todo el país muy cálida, con una temperatura media de 9,7 grados es decir, 1,8 grados por encima de la media de esta época.

"Ha sido el invierno más cálido del siglo XXI y el segundo más cálido también desde 1965, sólo por detrás del invierno 1989-90".

En este punto, el portavoz, ha hecho hincapié en los elevados valores de las máximas registrados durante todo el trimestre en el que la media fue de 14,6 grados, superando en 0,2 grados el anterior valor más alto de la serie en esta estación, que hasta ahora era el correspondiente al período de 2018-19.

"Ha sido el invierno con las temperaturas máximas más altas desde que hay registros".

Este incremento de los valores ha propiciado que se hayan batido numerosos récords relacionados con las altas temperaturas, y así, en siete estaciones de la red principal de Aamet, ha sido el invierno más cálido de la serie histórica y en veintiuna estaciones, nunca en invierno se había anotado un valor medio tan elevado de las máximas.

Como ejemplo de máxima destacan el récord de 29,6 grados de Valencia/Aeropuerto o los 31,9 grados de Tenerife Sur/ Aeropuerto, y respecto a mínimas, la Aemet hace referencia al récord de 20,4 grados de temperatura nocturna en Melilla, lo que supone la primera noche tropical en la Ciudad Autónoma en invierno.

 

 

La cantidad de precipitación acumulada este invierno en todo el territorio ha sido de 192 litros por metro cuadrado, apenas un 4 por ciento por debajo de la media, lo que le aproxima al valor normal de la estación.

Para el portavoz, aunque el trimestre comenzó con un diciembre y un enero húmedos, febrero "terminó extremadamente seco, el más seco desde 1965".

Estas precipitaciones han destacado por su variabilidad espacial y temporal, siendo húmedo o muy húmedo en un área desde Aragón y Cataluña hasta Murcia, en zonas al oeste de Castilla y León y en Baleares; en zonas cercanas a Barcelona, provincias de Teruel y Zaragoza y Delta del Ebro ha resultado extremadamente húmedo.

Por el contrario, ha terminado seco o muy seco en el País Vasco, Canarias y Ceuta, y extremadamente seco en Melilla.

Como fenómeno importante del invierno, la Aemet ha destacado "el intenso episodio de polvo atmosférico del Sahara", que afectó a todo el archipiélago canario entre el 22 y 24 de febrero, causado por una profunda baja situada en las proximidades, lo que levantó polvo en la zona del Sahara Occidental y que se inyectó sobre Canarias mediante una corriente en chorro.

Este episodio ha sido calificado como "el más intenso registrado en las Canarias desde que se dispone de instrumentos necesarios para cuantificar el contenido de aerosoles en la atmósfera", según la Aemet quien apunta que el evento sobresalió en dos aspectos.

El primero, en la reducción en la visibilidad -menor a 100 metros-, y el segundo por el enorme espesor de la capa de polvo -desde el nivel del mar hasta unos 5 kilómetros de altitud-, hecho anormal ya que suelen estar confinadas a los primeros 2 kilómetros.

Respecto a la evolución del año hidrológico, Del Campo ha observado que el valor medio de las precipitaciones acumuladas a nivel nacional, desde el pasado 1 de octubre hasta el 15 de marzo de 2015, se sitúan un 9 por ciento por encima de la media de dicho periodo.

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