Sin comer ni beber, sin dormir y más de 10 horas jugando: así es la adicción a los videojuegos de los jóvenes
La psicóloga Carolina Marín ha explicado en COPE cómo detectar estos perfiles, las consecuencias y los tipos de jugadores que hay
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los videojuegos han pasado de ser una forma de entretenimiento a convertirse en un problema para niños, jóvenes y sus familias. Este año la OMS ha incluido el trastorno por videojuegos para referirse a la adicción a juegos ya sean o no online. La adicción puede afectar a los individuos a nivel biológico, personal y social. Ante esta gran cantidad de riesgos, y el creciente número de personas adictas a los videojuegos, la psicóloga Carolina Marín ha explicado a COPE cómo detectar estos perfiles, las consecuencias y los tipos de jugadores que hay.
"El trastorno de adicción a los videojuegos es un patrón de juego que suele ser persistente y recurrente. Además, ocasiona malestar tanto en el individuo como en su entorno", explica.
Podríamos decir que el patrón comienza en la adolescencia y el jugador tiene dificultad para poder negar o evitar jugar, no pueden parar de jugar tiene dificultades y "necesitan imperiosamente seguir jugando, tienen la necesidad de seguir más tiempo tras haber jugado una partida". Por otro lado, "las personas con adicción a los videojuegos, pueden presentar síntomas de ansiedad, abstinencia, irritabilidad, nerviosismo y después pueden tener un abandono gradual de todo lo que es una vida social dentro de un perfil adolescente", subraya.
Los videojuegos son potencialmente aditivos, pero los más adictivos son los que llamamos juegos de apuestas, porque el jugador tiene una recompensa inmediata. Los videojuegos de aventuras, por lo general no suelen generar estas adiciones.
Hay varios tipos de jugadores:
Sociales: juegan ocasionalmente, pero lo viven desde el ocio.
Jugador obsesivo: el niño trata de romper la norma establecida en el juego, "aunque sus padres pongan un límite de tiempo, tratan romperla".
Jugador de alto compromiso: está motivado por conseguir una mejor puntuación o logro en los juegos, de construir o de guerra.
El jugador profesional es aquel que se dedican profesionalmente a ello.
Jugador problemático que es el que tiene un comportamiento más aditivo presenta actitudes de enfado, ira rabia, grita y se pelea con otros jugadores.
Jugador aditivo: es aquel que presenta el trastorno de adicción.
"Casi todas las adiciones suelen ser mecanismo por las que nos evadimos", explica. Por ejemplo, cuando tenemos un escenario de un niño que sufre bullying, "estos utilizan los videojuegos como una forma de sentirse empoderados, ya que en el juego pueden proyectar las carencias que en la realidad no pueden", subraya.
Prevalece la sensación de vacío y recurren a los videojuegos para evadirse. "Estas personas se caracterizan por no tener la capacidad suficiente de afrontar la situación que se está viviendo".
Para evitar que se desarrolle la adicción, lo más fácil sería una buena gestión del tiempo y la negociación del tiempo con el uso del videojuego. Sin embargo, "si el niño se siente con una educación que sus padres le ofrecen tiempo, respeto y tienen un mundo emocional rico, el niño difícilmente va a poder generar adicción al juego porque se va a sentir querido", explica. Porque no va a tener que evadirse de la situación emocional que está viviendo.
Los padres primero tiene que observar, para identificar la sintomatología. En caso de que se puedan apreciar síntomas como irritabilidad constante, depresiva, ansiosa, problemas de sueño por la agitación mental, o de alimentación si comen compulsivamente o con ansiedad. Si se confirma que el niño o adolescente presenta el cuadro sintomático de la adicción al juego se debe acudir a un psicólogo para que pueda ayudar a sobrellevar y poner fin a la situación.