REPRODUCCIÓN ASISTIDA (Crónica)

Tratamientos reproductivos internacionales: entre restricciones y necesidad

La demanda extranjera de tratamientos de fertilidad en centros españoles también está sometida a las extremas medidas de seguridad para combatir la pandemia y, aunque tras el parón del confinamiento, se ha retomado la actividad y las visitas de pacientes de otros países se recupera, la incidencia es diferente en cada clínica.,"El perfil de las pacientes que se someten a este tipo de tratamientos es de edad avanzada, por lo que saben que el tiempo cuenta y eso

Agencia EFE

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Rafa Burgos

La demanda extranjera de tratamientos de fertilidad en centros españoles también está sometida a las extremas medidas de seguridad para combatir la pandemia y, aunque tras el parón del confinamiento, se ha retomado la actividad y las visitas de pacientes de otros países se recupera, la incidencia es diferente en cada clínica.

"El perfil de las pacientes que se someten a este tipo de tratamientos es de edad avanzada, por lo que saben que el tiempo cuenta y eso les impulsa a acabar lo que tenían en mente o en marcha", según ha indicado a Efe el director de la sede en Alicante del Instituto Valenciano de la Infertilidad (IVI), Manuel Muñoz.

Por ello, ha apuntado, no se detienen, "pese a los estrictos requisitos de seguridad de nuestras instalaciones y las restricciones de movilidad que cada país ha implantado dentro de sus fronteras y respecto a España.

Según Muñoz, el grupo IVI, con cerca de una treintena de clínicas repartidas por todo el país, "ha registrado desde junio más de un 10 % de crecimiento en tratamientos internacionales" respecto al mismo periodo del año pasado.

Un aumento que, de alguna manera, compensa el parón que las clínicas sufrieron durante el confinamiento decretado entre marzo y junio.

"Hemos detectado dos tipos de pacientes -ha continuado-, los que no quieren arriesgarse en absoluto y cancelan todo lo que tenían en marcha y "los que vencen cualquier dificultad y superan lo que sea".

Este segundo grupo ratifica una de las principales características de los pacientes de este sector, a su juicio: "Una vez que crean la necesidad de tener un hijo, son imparables".

La desescalada generó en el IVI "una gran demanda que, ahora, se está estabilizando", ha indicado, tanto en pacientes extranjeros como en los nacionales.

No obstante, solo en este grupo empresarial se han realizado desde marzo "unos 4.000 tratamientos menos", con lo que, "si se tiene en cuenta que el 10 % de los niños nacidos en España" son hijos de mujeres sometidas a tratamiento, "el descenso de natalidad va a ser muy acusado", ha augurado el especialista.

Los resultados en otra de las clínicas reproductivas de Alicante, el Instituto Bernabeu, indican que se ha notado una disminución en la asistencia a pacientes extranjeros, según ha informado el centro en un comunicado.

"En principio los pacientes siguen con los tratamientos planificados, personas que deciden viajar y llegan aquí con absoluta normalidad, pero sí es cierto que las medidas de los países que posteriormente obligan a una cuarentena provocan que tengamos más problemas", ha explicado el codirector médico, Joaquín Llácer.

Ha añadido que "hay pacientes que han decidido posponer tratamientos" pero, aún así, están "haciendo más tratamientos de pacientes de fuera de España de los que pensábamos".

No obstante, la clínica alicantina ha percibido un aumento de las asistencias online. "Ofrecemos siempre la posibilidad de realizar por videoconferencia aquellas consultas que no requieren una exploración. Y la aceptación es cada vez mayor", ha manifestado.

En otro centro alicantino, la sede del Grupo UR, la asistencia a pacientes extranjeras "ha caído en picado", ha constatado a Efe su consejero delegado, José López Gálvez.

Durante el confinamiento de primavera no llegó nadie y los tratamientos en marcha se terminaron hasta el 17 de marzo, aunque una vez levantadas las restricciones, la incidencia ha sido muy baja. "Este verano, apenas hemos atendido a un 10 % de lo habitual", ha señalado.

Este grupo, que cuenta con diez centros distribuidos por toda España, más otros dos en México y Nicaragua, atiende, solo en su sede de Alicante, a "unos 400 pacientes extranjeros al año".

Sin embargo, este año todo se ha frenado y "los pocos que han venido lo han hecho en coche" desde países de acceso más cercano, pero "escandinavos o centroeuropeos, ninguno", ha aseverado.

López Gálvez ha añadido que "se está produciendo mucha demora en la petición de tratamientos e incluso están buscando nuevas vías", sobre todo, "en clínicas del Este de Europa".