¿Puede tu perro ser celíaco?

La respuesta es una afirmación rotunda, sí. Al igual que las personas, los mamíferos pueden tener intolerancia al gluten

El setter irlandés es una de las razas más proclives a la celiaquía

Raquel Pérez Polo

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Y el ejemplo lo tengo en casa. Blas, el miembro canino de nuestra familia, es celíaco. Hasta que dimos con el problema, lo pasamos, aunque sobre todo lo pasó él, muy mal. Y ahora diría que lo sigue pasando mal, pero por otro motivo, porque le gusta mucho la comidad humana y no consigue hincarle el diente a lo que más le gusta, la carne. Su máxima aspiración es comer un quesito bajo en calorías, manzana, pera, algo de melón en verano y poco más.

Me llamo Blas y soy celíaco

Me llamo Blas y soy celíaco

¿Cómo nos dimos cuenta que era intolerante al gluten? Pues pasó tiempo. Blas llegó a casa con un mes escaso, nada más fue destetado de su madre. Es el pequeño de su camada. De raza teckel (no puro) y comenzó tomando leche y galleta, como casi todos los cachorros.

Cuando fue aborreciendo la leche pasó a tomar comida de puppy, las que nos iban recomendando en el veterinario. Al poco tiempo comenzó a vomitar. No lo hacía de seguido, se ponía malito de vez en cuando. En el veterinario y después de auscultarle y alguna que otra radiografía en las que se le veían muchos gases, le chutaban unas inyecciones y se le pasaba. Así estuvimos un par de años, hasta que cambiamos de veterinario.

Si tu perro presenta estos síntomas..., lo mejor acudir al veterinario

Hay algunos perritos que pueden incluso sufrir convulsiones al tomar gluten, que por cierto es uno de los componentes habituales de los piensos para nuestros perros y gatos. Si ocurren episodios de este tipo, hay que acudir con urgencia la veterinario.

Si no tiene ganas de comer y le duele el estómago, puede que sea celíaco

Si no tiene ganas de comer y le duele el estómago, puede que sea celíaco

Tratamiento adecuado para un perro celíaco

Si el miembro canino de la familia presenta alguno de los síntomas descritos arriba, lo mejor es que le evalúe el especialista. El veterinario procederá a realizarle varias pruebas antes de emitir el diagnóstico definitivo, entre otras cosas, para descartar otro tipo de padecimientos.

Lo primero que hará, será palpar la zona del estómago para ver si hay sufrimiento y, seguramente, sometará al animal a una radiografía o ecografía para evaluar como están los órganos internos.

Sin duda le tomará sangre, orina y heces para analizarlas y mientras están los resultados le pondrá una dieta sin gluten para ver como responde a la nueva alimentación. 

Los análisis de Blas no ofrecían ninguna duda, era celíaco. Además de abandonar los piensos normales y tener que comer siempre hipoalergénicos y especiales, estos no deben de llevar nunca ningún compuesto cárnico, ni pollo, ni ternera (debido a la alimentación que habrían podido  tener los animales de los que se extrae la materia prima para elaborar los piensos). No todo era malo, puede comer aquellos piensos que estén compuestos con pescado, patata y verduras.

Si tu perro comienza a vomitar y con diarreas es bueno llevarlo al veterinario

Si tu perro comienza a vomitar y con diarreas es bueno llevarlo al veterinario

Muy importante: hay que fijarse también en la composición de los premios y golosinas, que sean libres de gluten. Y en la calle que no coma nada que haya por el suelo (como huesos de pollo -que además son peligrosos de por sí- o cualquier resto de merienda que algún pequeño ha dejado caer como mortadela o lomo).

Razas más propensas a padecer celiaquía

Un perro celíaco, como el ser humano, lo es prácticamente desde que nace. La genética juega un papel importante y hace que unas razas de perros sean más propensas a la intolerancia al gluten que otras.

Los samoyedos son junto a los setter irlandeses las razas más proclives a sufrir celiaquía

Los samoyedos son junto a los setter irlandeses las razas más proclives a sufrir celiaquía

Aunque cualquier perro de cualquier raza puede padecer celiaquía, suele haber más perros celiacos entre los setter irlandeses y samoyedos.

Este dato debe tenerse en cuenta a la hora de adoptar un perro de estas razas, y estar atentos a cómo responde ante el pienso que come por si desarrolla la celiaquía.

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