El territorio que España perdió con Marruecos porque Estados Unidos presionó a Franco: en su costa hay 1.000 millones de barriles de petróleo
A diferencia de otras guerras, Ifni ha quedado sepultada en la historia, eclipsada por acontecimientos como la Guerra Civil, pero esta zona hoy en día tendría un gran valor por sus recursos

Encaramada sobre Agadir en Marruecos, la Kasbah de Agadir Oufella cuenta con unas murallas que enmarcan una vista panorámica, donde la ciudad se encuentra con el océano.
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La historia de la Guerra de Ifni es uno de los capítulos más olvidados de la política exterior española del siglo XX. Sepultado bajo el peso de la Guerra Civil, el conflicto que enfrentó a España con Marruecos entre 1957 y 1958 marcó el principio del fin del colonialismo español en África, aunque la mayoría de los ciudadanos lo desconozcan.
Hoy, casi siete décadas después, la antigua colonia vuelve a estar en el centro del interés por una razón bien distinta: en sus costas hay petróleo, y mucho. Un hallazgo que reabre el debate sobre la pérdida de este territorio tras la presión ejercida por Estados Unidos sobre el régimen franquista.
Una guerra silenciada
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El territorio de Sidi Ifni, al sur de Marruecos y frente al archipiélago canario, fue cedido a España en 1860 mediante el Tratado de Wad-Ras. Sin embargo, no fue hasta 1934 cuando el gobierno de la Segunda República consolidó su control.
Durante años, la presencia española fue relativamente tranquila, hasta que la independencia de Marruecos en 1956 cambió por completo la situación. El rey Mohamed V activó su ambiciosa política para conformar el “Gran Marruecos”, que incluía territorios bajo control español como Ifni, el Sáhara o Cabo Juby.
El 23 de noviembre de 1957 estalló un ataque directo del Ejército de Liberación marroquí contra Sidi Ifni. A pesar de la resistencia inicial, el ejército español se vio superado en varias zonas del interior. El episodio más trágico fue la batalla de Edchera, el 13 de enero de 1958, en la que murieron 48 soldados españoles emboscados. La defensa de la plaza contó con apoyo logístico de Francia, que también temía perder sus colonias en África occidental.

Un mapa de la zona de Ifni
Aun así, España comprendió que mantener la posesión del enclave era insostenible. En abril de 1958 se firmaron los Acuerdos de Angra de Cintra, por los que España cedía Cabo Juby a Marruecos. Años más tarde, en 1969, se consumó la entrega definitiva de Ifni.
Según diversos historiadores y documentos diplomáticos, la presión del gobierno estadounidense fue clave para acelerar la salida española. El entonces secretario de Estado de EE.UU. visitó Madrid en plena guerra, instando al general Franco a evitar una escalada bélica en plena Guerra Fría.
El valor estratégico y energético del territorio
A diferencia de otros conflictos, el caso de Ifni se ha mantenido en la sombra de la historiografía española. Pero el interés en esta región ha resurgido por motivos energéticos. En los últimos años, Marruecos ha encontrado en sus costas frente a Ifni un gigantesco yacimiento de petróleo, según confirmó la empresa británica Europa Oil & Gas. Las prospecciones en la cuenca de Agadir, a unos 200 kilómetros de La Graciosa (Canarias), han estimado la existencia de más de 1.000 millones de barriles de crudo.
El descubrimiento afecta directamente a la zona marítima que décadas atrás estuvo bajo control español. Lo irónico es que, mientras Marruecos ha apostado por la explotación de estos recursos, España ha renunciado de forma voluntaria a investigar o explotar sus propios yacimientos. Repsol ya realizó estudios en la zona a principios de los años 2000, pero el proyecto fue archivado por falta de interés y oposición ambiental.

Una motocicleta Benelli TNT de 1130 cc cruzando el desierto del Sáhara en Marruecos.
Desde 2014, el Ministerio para la Transición Ecológica ha tramitado solo dos permisos para la búsqueda de hidrocarburos, y la Ley de Cambio Climático de 2021 impide iniciar nuevos proyectos de este tipo, limitando la explotación de los existentes hasta 2042. Aunque existen estimaciones que apuntan a reservas similares en aguas próximas a Canarias, España ha optado por centrar su estrategia energética en fuentes renovables, siendo uno de los países de la UE más comprometidos con la neutralidad climática.
Sin embargo, desde un punto de vista geopolítico, la pérdida de Ifni cobra un nuevo significado. Lo que en su día fue una retirada silenciosa forzada por intereses diplomáticos ahora aparece como una cesión de un territorio con un enorme valor estratégico y económico. En una coyuntura global marcada por la crisis energética y las tensiones en el norte de África, el petróleo frente a Ifni podría haber convertido esa olvidada provincia española en un activo clave.
Mientras Marruecos avanza en su carrera por convertirse en un actor energético relevante en el norte del continente, España se enfrenta a su propio pasado colonial y a la pregunta inevitable: ¿Se perdió Ifni por voluntad propia o por imposición extranjera? La respuesta, aunque compleja, señala al papel determinante de Washington, que no quería otro foco de conflicto en plena Guerra Fría.
Hoy, las aguas frente a Ifni guardan no solo petróleo, sino también el eco de una guerra que España nunca quiso recordar.