La increíble recuperación de Xisco, de no poder mover un pie a recuperar su movilidad gracias a la sanidad

En el centro se instalan personas con lesiones medulares y él, de 40 años, lleva mes y medio y ha tenido una recuperación meteórica, como contaba en 'La Tarde'

Ana Rumí

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Ya sabes que a lo largo del día estamos haciendo una radiografía de la sanidad en España. Como te venimos contando, lo primero que se debe tener en cuenta es que hay 17 sistemas de salud, es decir, tantos como Comunidades Autónomas en nuestro país. Cada uno con sus particularidades, campañas de vacunación y listas de espera. En España hay 449 hospitales y 3.042 centros de salud.

Eternas listas de espera, carencias en otros recursos e infinidad de problemas de los que depende la salud de nuestra gente son cosas de las que hemos hablado hoy, pero también conviene resaltar las partes buenas que tenemos de nuestra sanidad. Y es que, en muchos aspectos, somos punteros y absolutos referentes.

Si vamos al detalle, te hablamos de un hospital de referencia que hace que miles de personas quieran venir a recuperarse a nuestro país. Te hablamos del Hospital de Parapléjicos de Toledo, desde el que te hablamos hoy en La Tarde, y que este año celebra 50 años desde su apertura.

Es una referencia, como te contábamos, a nivel internacional, y son muchos los pacientes de lesiones medulares que llegan para intentar mejorar su movilidad y sus dolencias. Y sí, muchos, como Xisco, lo consiguen.

La increíble recuperación gracias a la sanidad española

Tiene 40 años y lleva mes y medio en el Hospital de Toledo recuperándose, y lo suyo ha sido meteórico. Pero antes, tenemos que remontarnos unos meses atrás, cuando, a causa de su profesión, sufrió un terrible accidente que le afectó a su médula.

Él es profesor de deportes de riesgo y, tras pasar una jornada laboral en una estación de esquí de los Pirineos, decidió hacer parapente. Sí, lo hacía por gusto y para desestresarse de un largo día, y no, no era la primera vez que lo realizaba. Tuvo mala suerte, eso sí, porque el viento no acompañaba ese día.

"Al despegar, me falló la vela y caí tres metros a plomo" empezaba a recordar. Dice que no era la primera vez que se caía, y ni mucho menos la de más altura, pero sí fue la más "aparatosa".

"Del impacto, me rompí una vértebra que afectó a la médula. Cuando llegué aquí, movía, y solo un poco, los dedos de los pies" comentaba. Poco a poco, con la ayuda de todos los profesionales, ha ocurrido algo casi milagroso: vuelve a andar.

"Mi pronóstico es recuperarme e ir con muletas dentro de casa y con distancias más largas usar la silla. Estoy jugando al pádel en silla de ruedas, es más complicado, pero te enseñan y te demuestran que se puede" nos contaba.

Puede caminar poco a poco, y no pierde la fe ni las ganas de hacer lo que más le gusta: los deportes de riesgo. "Por supuesto que seguiré volando" decía.

Una recuperación que nunca habría sido posible sin un hospital modelo para todo el mundo.

De Nueva York a Toledo para recuperarse

La Gran Manzana, calles anchas y llenas de coches y de humo, ritmo frenético. Después de 20 años viviendo allí, es la primera vez que le ocurre algo de esta envergadura. Es Silvia, tiene 50 años, y ha forjado su vida entera en Nueva York.

Un buen día, saliendo por sus calles, sufrió un accidente de tráfico a causa de un conductor sin carné. El golpe lo propició: se quedó en silla de ruedas.

"El día que tuve la operación, cuando supo el doctor que era española, me dijo que en cuanto pudiéramos fuéramos a Toledo, desde el primer día. Duré ahí 4 meses para estabilizarme y poder volar, lo que esperaba a lo que he encontrado es una maravilla" comenzaba diciendo.

Cada vez tiene más movilidad, y ha conseguido el equilibrio en una silla de ruedas que nunca esperó. "Todo lo he conseguido aquí" decía con mucha emoción.

Silvia, hablando con La Tarde, desde el Hospital de Parapléjicos de Toledo

"Ha sido importante el apoyo psicológico, sobre todo al principio cuando tienes que gestionar lo que te ha pasado. Una de las cosas que me dio más fuerza es pensar que estoy aquí, pero cómo voy a ver mi vida en el futuro, tengo una compañía de arquitectura en EE. UU. y trabajo con mi equipo allí desde aquí, con clientes" decía.

Lo mismo cree Luis, de 62 años y tetrapléjico, que lleva trabajando en el hospital 9 meses. "Las instalaciones son fabulosas, actividades de bingo y literarias, es como si estuvieras en tu casa, lo pasamos lo más agradable posible todo el tiempo" decía.

"Me han enseñado a vestirme y desvestirme, utilizar las manos, usar la cuchara en condiciones, pasar de la silla al inodoro y la ayuda psicológica" explicaba.

Todos ellos han conseguido lo que nunca creyeron cuando llegaron al hospital: ir recuperándose poco a poco gracias al trato y los recursos de la sanidad española.

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