Cómo identificar las fake news y por qué están teniendo tanto impacto entre los jóvenes
David García Marín es investigador en digital media, podcasting y desinformación y explica en COPE las características que presentan y cómo identificar estas noticias falsas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El término fake news o noticias falsas hace referencia a todo lo que tiene que ver con una noticia no contrastada, no verificada y con informaciones en forma de bulos. David García Marín es periodista y profesor en la universidad Rey Juan Carlos de Madrid. También es investigador en digital media, podcasting y desinformación. El experto, ha hablado en COPE sobre los orígenes de este término, las características que presentan y cómo identificarlas.
A la hora de definir el término fake news muchas veces se confunde con desinformación, "todas las fake news son desinformación, pero no toda la desinformación son fake news". Además, no existe una definición unitaria del término, "las fake news son noticias falsas que adquieren un estándar periodístico, son producciones que tienen la apariencia de noticias reales porque emulan la estructura de la información de los periódicos, tienen titular, subtítulo, cuerpo de la noticia e incorporan alguna fotografía", explica. Cuando el producto llega a alguien que no está familiarizado con los medios comunicación, puede decodificar la producción como procedente de un periódico real o de calidad. "En ese momento es cuando se activa la capacidad de engaño del contenido que tenga esa noticia", subraya.
Estas noticias pueden difundirse de diversas formas, a través de las redes sociales en general. Imágenes que no sabemos de donde proceden, sobre todo cuando circulan a través de plataformas como WhatsApp o Telegram tienen un potencial manipulador, porque proceden de tu círculo más cercano como familiares o amigos, por lo que te fías de la información que te están mandando.
Cabe destacar que la desinformación es consustancial a la información, ya que se han producido varias campañas de desinformación a lo largo de la historia antes de la llegada del mundo digital. Sin embargo, "destacar que en 2016 hubo una serie de fenómenos políticos, marcados por procesos de desinformación como la campaña estadounidense de las elecciones presidenciales, el Referéndum del proceso de Paz en Colombia o el Brexit en el Reino Unido. "En los tres casos la desinformación jugó un papel importante en el resultado".
A la hora de identificar si el contenido es verídico, hay una serie de estrategias que podemos aplicar. En primer lugar, se debe tener en cuenta la naturaleza, ya que una imagen puede ser verídica, pero no corresponderse con el lugar o momento en el que se está situando. "En el caso de que sea una fake news con apariencia formal de ser una noticia, entonces un truco para desmontar la noticia es ver si los medios de comunicación tradicionales, están ofreciendo esa información, si no la da ningún gran medio de comunicación debemos de desconfiar porque tiene muchas posibilidades de ser un contenido falso". Por otro lado, "cuanto más difusa sea la fuente, más tenemos que desconfiar". "Otro elemento a tener en cuenta es la firma", porque hay muchas informaciones que no van firmadas, o van firmadas por una persona que no es real. Y por último, "el espíritu crítico".
"La desinformación circula más rápido que la información verídica"
Los jóvenes junto a los más mayores son los sujetos más vulnerables ante las fake news, "los jóvenes porque son los que más utilizan las redes sociales", como Tik Tok, Instagram, Whatsapp, Facebook. Pero en ambos casos "influye la creación de los sesgos cognitivos que todos tenemos", incide. De tal forma que cuando nos llega una información que se coincide con lo que nosotros pensamos, el cerebro la considera verídica. Por el contrario, cuando algo contradice lo que pensamos tendemos a considerarlo falso o que tiene una mayor probabilidad de ser falso.
Sin embargo, los principales responsables de la difusión de la desinformaicón somos nosotros, ya que lo pasamos de grupo en grupo sin darnos cuenta de que "La desinformación circula más rápido que la información verídica".
Por otro lado, "existen una serie de temas que son más propensos en convertirse en noticias falsas, en general son aquellos que preocupan más a la gente, pero varía según el momento". Por ejemplo, cuando comenzó la pandemia del covid 19, salieron muchos bulos con cuestiones sanitarias. Aunque "existen clásicos que siempre están ahí como el cambio climático, inmigración, raciales, política, temas económicos que tienen un componente social como las ayudas (a determinados colectivos) y temas controvertidos que según la situación de actualidad varían".
Por último, "a la hora de controlar la desinformación no se debe caer ni en la censura, ni reducir la libertad de expresión. Sin embargo, se podría limitar la circulación de la desinformación. En lugar de eliminarla, se podría limitar y etiquetarse para que se sepa que varios verificadores han estudiado que es un contenido falso.