22ª SAN ISIDRO

Un puñado de buenos muletazos en la tarde cabal de Fernando Robleño

Damián Castaño da la cara con el quinto y Gómez del Pilar sortea un lote deslucido de la deslucida corrida de José Escolar, que defraudó.

Derechado de Fernando Robleño al toro de José Escolar que abrió el festejo

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La primera ovación de la tarde se la llevó “Madrileño” en cuanto saltó al ruedo. Precioso el cárderno, con su seriedad por delante y su remate por detrás. Ni hizo pelea de bravo el de Escolar en el caballo, Pronto vio Fernando Robleño la bondad que traía prendida el toro por el pitón derecho. La primera tanda fue la más lograda por el celo del astado y la composición del torero. Pero hasta ahí duró el animal del hierro abulense. Se descompuso la embestida, queriendo coger el engaño con el pitón contrario. Se puso Robleño y en un acelerón final robó varias tandas, dos por el derecho y una por el izquierdo, muy coreadas por su fiel parroquia que se dio cuenta del poso y conocimiento del torero madrileño. Sonó el aviso antes de pinchar y dejar una estocada casi entera que tuvo que tener refrendo de varios golpes de descabello, llegando a sonar el segundo recado presidencial.

Fernando Sánchez le sopló un notable par de banderillas al cuarto, un toro cárdeno hasta llegar al cuarto trasero, donde aparecía una curiosa mancha negra que caía sobre la parte izquierda de su anatomía. Se puso muy de verdad de nuevo Robleño, dejando naturales de un trazo profundo a base de consentir y colocarse en el sitio cabal para provocar las embestidas. Faena y tarde seria de Fernando Robleño.

Hasta tres varas cobró el primer toro del lote de Damián Castaño. Fue espectacular el toro de Escolar en sus arrancadas aunque no terminó de emplearse del todo en el peto. Se aplaudió hasta por un puyazo caído que ejecutó Alberto Sandoval en el tercer encuentro. El toro no paró de embestir después con prontitud, humillación y largura.. El salmantino estuvo ligerito en la colocación y en el mando, dedicándose más a componer que a otra cosa. Y aquello no caló. Para levantar la nota media, Damián se tiró muy derecho a matar, saliendo trompicado de lo recto que se fue tras de la espada.

Castaño quiso convertir en un tentadero la lidia de su segundo toro, un animal de preciosa estampa al que le colocó de largo pese a que nunca quiso acometer al caballo, demorando en exceso la duración del tercio. Se puso al natural sin probaturas con el toro pensándoselo mucho entre muletazo y muletazo. La moneda al aire en cada embroque al venirse vencido el de Escolar. Meritorio el esfuerzo del torero charro. Y una coda final a pies juntos también por la zurda en la que trazó varios naturales de uno en uno de nota. Un feo espadazo en los blandos no fue buena rúbrica y él mismo lo reconoció con un gesto de disculpa. La ovación final recompensó el conjunto.

El tercero bajó el listón de presentación de la primera parte del festejo. De livianas carnes y remate, esta vez no hubo protestas. El 'salvoconducto gris' que todo lo puede. Blandeó en los primeros tercios pero llegó con cierta chispa al de muleta. Muy decicido Gómez del Pilar desde el inicio capotero y un prólogo muleteril, poderosos ambos. En redondo le cogió rápido el temple a la embestida del toro. Hubo una primera tanda ralentizando la embestida, mandando por abajo y llevándolo muy templado. Después el toro se puso más gazapón y la faena no acabó de explotar. Tardó en coger la zurda, y cuando lo hizo firmó el madrileño una tanda meritoria al tragar mucho ante las dudas del toro. Lo cazó a la primera y fue ovacionado.

Rozando los seiscientos kilos salio el sexto, un toro largo de viga, alto de cruz y engatillado de pitones con el que se salió un mandón Gómez del Pilar hasta los medios capote en mano. El de Escolar protestó en varas y después se movió andarín y sin humillar en la muleta. Muy deslucido el toro. Lo intentó el torero, pero había poco donde rascar. Lo macheteó y abrevió con buen tino.