El agua en ayunas puede convertirse en tu mejor aliado para adelgazar

Un simple gesto que genera múltiples beneficios para tu organismo 

El agua en ayunas puede convertirse en tu mejor aliado para adelgazar

Paula Valverde

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

A estas alturas, todos sabemos que el agua es imprescindible para el día a día. El organismo del ser humano está compuesto en su mayoría por este líquido que tradicionalmente se ha descrito como inodoro, incoloro e insípido. El agua es esencial para nuestra supervivencia, para que puedan cumplirse nuestras funciones vitales de forma correcta, y primordial también para el funcionamiento de nuestros órganos y para garantizar un buen estado de salud. Pero, ¿sabías que podemos potenciar sus beneficios con un simple gesto?

Beber agua nos favorece en todos los sentidos, y hacerlo en ayunas permite que nos beneficiemos aún más de todas estas ventajas:

1. Reducir la acidez estomacal y la retención de líquidos.

2. Acabar con la sensación de sueño y cansancio al beber en ayunas un vaso de agua caliente.

3. Eliminar toxinas y activar nuestro metabolismo para funcionar de manera óptima el resto del día. 

4. Ayudar a nuestro cuerpo a eliminar los desechos que nuestro organismo origina por la noche. 

5. Disminuir el apetito, ya que nos da sensación de saciedad.

6. Evitar la aparición de arrugas prematuras manteniendo a su vez la elasticidad de nuestra piel. 

Y por último, tomar agua en ayunas será nuestro mejor aliado para bajar de peso. Por lo tanto, un vaso de agua fría por la mañana, bebido en pequeñas cantidades, es el primer paso en una rutina para adelgazar

Si conseguimos convertir el hecho de beber agua en uno de nuestros hábitos diarios, el cuerpo nos lo agradecerá. Y uno de los mejores métodos, que nos ayudará a lograr nuestro propósito de hidratación, es algo tan simple como cortar fruta fresca e introducirla en la jarra de agua, lo que le dará un toque de sabor 100% natural.

Se recomienda beber al menos 2 litros de agua al día. Si lo hacemos antes de las comidas reduciremos nuestra sensación de hambre y consumiremos menos alimentos, lo que junto con el ejercicio físico, nos ayudará a conseguir mejores resultados que cualquier dieta.