La cadena de errores con la que puedes arruinar unas sencillas patatas fritas

Las patatas fritas son una de las comidas más populares, por eso hay que tener cuidado al prepararlas

Unas patatas fritas con ketchup y mayonesa

Jacobo Pérez Miró

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Las patatas fritas son una comida de las más comunes que existen. Se trata de una de las guarniciones más populares en las cocinas españolas y la de todo el mundo. No es, ni mucho menos una receta complicada. En apariencia el mecanismo no puede ser más sencillo, al tratarse de un tubérculo al que tan solo debemos pelar, lavar, cortar y freír. Pero como muchas otras cosas en la vida, en apariencia sencillas, el fino arte de las patatas entraña más de un secreto que a muchos se nos escapan… hasta ahora.

La importancia del corte

En realidad, cuando cocinamos patatas fritas no cometemos solo un error. Suele ser habitual ir concatenando una serie de errores menores que finalmente pueden acabar por arruinar nuestro plato. Llegando así a tener unas patatas pasadas, fritas en distintas intensidades o cuyo interior se haya derramado.

Lo primero de todo, tras pelar las patatas es cortarlas. Aunque parezca una nimiedad, es importante tratar de mantener un corte uniforme en las patatas que hagamos. No hablamos de cortar los tubérculos con escuadra y cartabón, pero sí de mantener un mismo patrón de forma y grosor.

Si empezamos con un corte grueso y rectangular, no podemos acabar cortando en daditos las últimas patatas. Parece evidente para los cocineros más experimentados, pero quien crezca de experiencia notará que, a la hora de freír las patatas, si no se mantiene la uniformidad, las patatas se cocinan en distintos tiempos. Así mezclaríamos patatas más hechas y otras todavía demasiado duras.

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Lavar las patatas antes de cortar

Pero es que mucho antes de cortar o no la patatas es frecuente que se cometa otro error. Es evidente a todas luces que la patata debe ser lavada antes de cortarla o de ponerla a freír. Pero se insiste poco en este punto, pues es esencial retirar el almidón que las patatas tienen de forma natural en su interior.

Es hasta recomendable dejarlas en remojo durante un periodo de tiempo considerable, entre los 10 y 20 minutos. Otro asunto es que, a la hora de freírlas, estas deben estar completamente secas.

Ya no solo por garantizar un buen cocinado de las patatas fritas, sino porque de estar muy mojadas, al entrar en contacto con el aceite podemos generar una reacción nada amistosa para con nuestra piel. Cuando el agua toca el aceite caliente es normal que este ‘salte’ y nos alcance en un brazo o mano, lo que puede provocar quemaduras.

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Atención a la temperatura del aceite

Cuando hayamos cumplido los pasos anteriores es momento de ponernos a freír las patatas. La recomendación en esta etapa del cocinado es que el aceite esté muy caliente (sin que llegue a quemarse) y que esté en abundancia. Poner poco aceite para freír las patatas puede resultar perjudicial para nuestro plato.

Si a esto le añadimos que el mejor aceite, como no podía ser de otra forma, para hacer las patatas fritas, es el de oliva, cabe preguntarse, ¿cuánto me cuesta esto? Es cierto que el aceite de oliva es de los más caros del supermercado y no engañamos al insistir en la importancia de freír las patatas con una gran cantidad de este. La solución es relativamente sencilla (y ecológica), y es que debemos acostumbrarnos a reciclar el aceite de freír. Actualmente existen coladores de aceite o utensilios especializados con los que podremos reutilizar nuestro preciado ‘oro’ líquido casi tantas veces como consideremos.

¿Doble fritura? Escurrir a conciencia

Este último consejo lo dejamos como opcional. Ya hemos hablado de cosas que son verdaderos errores a la hora de cocinar patatas fritas, pero en este caso, tan solo apuntaremos un último detalle para los más ‘cocinitas’.

Muchos cocineros realizan una doble fritura de las patatas. Esto quiere decir que, una vez cortadas y lavadas, se introducen en el aceite y se cocinan, sin llegar a dorarse. Sería en una doble fritura posterior, pasado un tiempo, en la que se vuelven a pasar las patatas ya hechas por la sartén, para darles el característico color dorado.

Si esto es una mera recomendación, lo que es, prácticamente esencial es dejar las patatas en papel de cocina (muy absorbente) para evitar que estas estén demasiado aceitosas. Es hasta recomendable pasarlas dos veces por este proceso de absorción, moviendo las patatas fritas de un plato a otro.

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Cuidado con la sal… y a disfrutar

Por último, atención a la sal. Como se suele decir, este se debe echar al gusto, prestando atención a evitar futuribles problemas de salud con la tensión. Lo que resulta imprescindible es poner la sal una vez que las patatas ya están cocinadas. Nunca durante el momento en el que se encuentran en el aceite o antes.

Ver esta publicación en Instagram ‘Too many fries’ , said no one ever����‍♀️ . . . Can never get tired of fries, and these Tropicana Fries from @brownburger_co are absolute favourite♥️♥️�� . . Tag someone who needs to try this�� Una publicación compartida por Divya Kankaria (@the_savouryspree) el 10 de Feb de 2020 a las 2:07 PST

A partir de aquí, dejen volar su imaginación y añadan pimienta, ajo y demás fantasías culinarias que les pasen por la cabeza. La cocina tiene un componente importante de experimentación y desde COPE.es les animamos a que ‘jueguen’ con su comida y sobre todo, que la disfruten.

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