Así te puede afectar el cambio de hora durante el confinamiento

Tras dos semanas de confinamiento, la madrugada del domingo llega el cambio de hora. Dormimos una hora menos, si bien a partir de ahora rascaremos más tiempo de luz al día. Lo novedoso de este año es que recibiremos el consabido cambio de reloj y sus efectos desde el confinamiento en nuestra casa, algo totalmente inédito provocado por el estado de alarma decretado por el brote del nuevo coronavirus.

¿NOS AFECTARÁ POR ESTE MOTIVO DE MANERA ESPECIAL?

Ante todo no hay que preocuparse, puede influir, pero podemos ponerle en buena medida remedio. "Normalmente a todos nos afecta y solemos tardar entre tres y siete días en adaptar nuestro cuerpo". Sí que es cierto que ahora, debido al  aislamiento en casa, estos cambios podrían verse un poco más "magnificados", explica a cope.es la  coach y psicoterapeuta,  Beatriz de la Iglesia, autora del GuíaBurros: Coaching y Cartas desde el corazón.

CANSADOS  E IRASCIBLES

Los dos órganos más importantes del ser humano, recuerda al experta, "dependen de la secreción y fabricación de las hormonas que están vinculadas a los ciclos del sueño, la melatonina y el cortisol". Al adelantar el reloj una hora, se produce una "desincronización entre los ritmos del cuerpo y los del ambiente".  Por este motivo, es probable que "durante los días de adaptación, nos podamos encontrar más cansados, irascibles, incluso algo desmotivados, circunstancias que se pueden poteneciar al no poder salir a la calle y tomar el aire o el sol".

Una situación que afectaría en mayor medida a los más pequeños, que  tendrán que irse a la cama todavía con luz, lo que les podría poner más "inquietos" de las habituales circunstancias.

MAS LUZ PERO SIN PODER DISFRUTARLAS

El aumento de horas de luz y el no poder disfrutar de ellas al aire libre puede influir también en que nuestro estado de ánimo decaiga.  A esta sensación se podría unir la astenia primaveral, y síntomas asociados como el cansancio, ansiedad,  dolores de cabeza  o irritabilidad, entre otros.

POCO A POCO

Para minimizar los problemas de adaptación, la psicoterapeuta recomienda ir realizando el cambio gradualmente. "Hacer ejercicio con mayor intensidad para llegar a la noche más cansados, no realizar comidas demasiado copiosas" y quien pueda, "aprovechar para levantarse un poco más tarde". También es aconsejable, aunque ahora tengamos tiempo, no dormir la siesta.

En el caso de los niños ayudaría "bajar las persianas y darles un baño de caliente antes de ir a la cama".

ENERGÍA DEL SOL

El sol es alegría y salud. Si tenemos balcón, patio, jardín o terraza,  De la Iglesia aconseja "aprovecharlos".  "La vitamina D es  necesaria para los huesos y para el movimiento de los músculos, por eso es muy recomendable tomar el sol en primavera diez minutos alrededor de las 13:00 horas y unos veinte minutos desde las 15:00 hasta las 17:00. Con  eso sería suficiente para satisfacer nuestras necesidades diarias de vitamina D, algo que nos puede venir especialmente  bien en estos días en los que el movimiento de huesos y músculos se ha visto reducido".

ESTRÉS Y APETITO

Para Beatriz de la Iglesia el estrés  de la clausura podría llegar a aumentar también nuestro apetito. "Al tener más horas de sol y ser el día más largo, necesitamos gastar energía y el no poder salir puede producirnos estados de ansiedad, por eso es muy importante hacer ejercicio". 

En estados sedentarios, recuerda "aumenta el apetito, ya que el aburrimiento y la incertidumbre también nos generan picos de ansiedad  que tratamos de compensar con comidas que suelen ser ricas en azúcares y excitantes.

UNA HORA MÁS, PERO DÍAS OSCUROS

Aunque tengamos una hora más de luz, parece que a partir del lunes llega  el “invierno” en primavera, según el portal eltiempo.es. Entrará una borrasca con aire frío por el oeste que podría traer lluvias el martes y miércoles en casi todo el mapa.  Así que por el momento, una hora más, pero no todo lo luminosa que deseraríamos.