Los expertos revelan la razón científica que hay detrás del dolor articular cuando cambia el tiempo
Es probable que te haya sucedido si estás operado, por ejemplo, de la rodilla o, simplemente, tienes una edad avanzada. Hay una razón del dolor articular cuando cambia el tiempo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Es posible que si estás operado de algo, por ejemplo, la rodilla o, simplemente, tienes ya una edad avanzada, cada vez que haya un cambio de tiempo notes cierta molestia en la articulación de la que estás operado o, directamente, te duelan varias.
Y esto tiene una explicación científica.
Es decir, la ciencia ha conseguido explicar por qué cuando se aproxima una tormenta con lluvias intensas o mucho frío las personas lo sentimos en nuestras articulaciones.
Y es que el dolor en las articulaciones cuando cambia el tiempo es un fenómeno común que ha sido objeto de estudio por expertos en el campo de la fisioterapia y la biometeorología.
Este fenómeno está relacionado principalmente con los cambios en la presión atmosférica que acompañan a las variaciones climáticas.
Cuando se produce un cambio brusco en el tiempo atmosférico, como un descenso de la presión, esto puede afectar a la presión interna dentro de la cápsula articular, donde se encuentra el líquido sinovial.
¿Qué es el líquido sinovial?
El líquido sinovial es una sustancia viscosa que protege las articulaciones reduciendo la fricción entre las superficies óseas.
Bajo condiciones normales, hay un equilibrio entre la presión atmosférica externa y la presión interna en la cápsula articular.
Sin embargo, cuando hay cambios en la presión atmosférica, como los que ocurren con los cambios climáticos, este equilibrio se altera, pudiendo causar un aumento de la tensión en la cápsula articular y, como resultado, dolor.
Además, el frío puede aumentar la viscosidad del líquido sinovial, lo que resulta en mayor rigidez, fricción y dolor en las articulaciones a bajas temperaturas.
Por otro lado, las altas temperaturas y la humedad pueden incrementar la producción del líquido sinovial, lo que podría favorecer la aparición de brotes inflamatorios en pacientes reumáticos.
Es decir, aunque no hay un consenso absoluto sobre todas las causas subyacentes a este fenómeno que hemos explicado, se cree que los cambios en la presión atmosférica, junto con variaciones en la temperatura y la humedad, pueden afectar las articulaciones de ciertas personas, especialmente aquellas con condiciones preexistentes como la artritis.
¿Es posible que las personas operadas lo noten más?
Es posible que las personas que han sido operadas experimenten un mayor dolor articular con los cambios del tiempo.
Esto se debe a varios factores:
- Sensibilidad postoperatoria: Las áreas operadas pueden ser más sensibles a los cambios en la presión atmosférica y la temperatura, lo cual es común en casos de cirugías articulares o musculoesqueléticas.
- Inflamación y cicatrización: Después de una cirugía, las áreas afectadas pueden tener una mayor propensión a la inflamación. Los cambios en el clima, especialmente los descensos en la presión atmosférica y el aumento de la humedad, pueden exacerbar la inflamación y causar dolor.
- Cambios en la presión atmosférica: Las bajas presiones atmosféricas, que a menudo acompañan a los días lluviosos y nublados, pueden causar una expansión en los tejidos corporales y los fluidos, incluyendo aquellos en las áreas quirúrgicas, lo que puede incrementar la presión y el dolor en las articulaciones.
- Alteraciones en la viscosidad del líquido sinovial: El frío puede aumentar la viscosidad del líquido sinovial en las articulaciones, lo que puede causar mayor rigidez y dolor, especialmente en las articulaciones que han sido objeto de intervenciones quirúrgicas.
- Cambios en la actividad física: El mal tiempo puede limitar la actividad física, lo que a su vez puede contribuir a la rigidez y el dolor en las articulaciones operadas.
Si el dolor es persistente, se recomienda, entre otras cosas, acudir a un experto para que lo revise.