Las consecuencias económicas a las que se puede enfrentar el torero Juan Ortega tras suspender su boda

El torero dejó plantada a su novia a escasa media hora de darse el 'sí quiero' en una boda con más de 500 invitados y en una exclusiva finca

Juan Ortega

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Empatizar con algo igual es difícil. Que te dejen plantada en el altar no se le pasa a ninguna novia o novio por la cabeza,pero puede pasar. Es precisamente lo que sucedió este sábado cuando Juan Ortega acaparaba la actualidad por arrepentirse de su compromiso matrimonial el mismo día de su boda.

El torero iba a casarse por todo lo alto en Jerez de la Frontera con su novia desde hace más de una década, Carmen Otte Alba, pero con todo preparado -y algunos de los 500 invitados esperándoles en la Iglesia- y a escasos minutos de darse el 'sí quiero', tomaba una drástica decisión: suspender la boda y 'huir' a su casa de Sevilla, donde se refugia y guarda silencio 72 horas de la 'faena' más controvertida de su vida.

No ha sido el primero -ni será el último- que deja plantada a su novia una hora antes de darse el 'Sí, quiero'. Tal y como publicaba este sábado el periódico ABC, que hablaba con algunos invitados al enlace, una hora antes de que se produjera el indeseado desenlace el torero llamaba a su prometida desde el hotel en el que se encontraba para anunciarle que tenía dudas.

Es complicado ponerse en la piel de ambos, especialmente en la de la novia. Los invitados ya estaban en la iglesia, la novia lista pero las dudas congelaron todo.

Sorprendió a los presentes porque la noche anterior, en la preboda, los novios disfrutaron rodeados de sus seres queridos de una fiesta en un ambiente de lo más normal.

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La llamada que culminó la 'faena'

Pero al día siguiente una llamada hizo saltar todo por los aires. La familia de la novia y sus seres queridos no daban crédito ante el platón del torero.

Preocupado, y sin saber qué hacer ni si seguir adelante a pesar de no estar seguro, el sevillano -con fuertes convicciones religiosas- llamaba a un sacerdote amigo que había viajado desde Barcelona para oficiar su boda. Fue a él a quien le planteó sus dudas por teléfono, y el cura le aconsejó que si no tenía claro si quería casarse con Carmen, que no lo hiciese porque sería algo de lo que se arrepentiría.

Antes de coger su coche para regresar solo a su residencia en Sevilla -donde por cierto vivía con Carmen hace más de un año- Juan Ortega también telefoneaba a sus padres para decirles que no pensaba casarse. Y habrían sido ellos, y los padres de la doctora, los que habrían avisado a los 500 invitados, ya con todo listo para dirigirse a la iglesia, que no había boda.

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Pérdidas económicas

La familia de Carmen, que se refugia en el domicilio de sus padres en Jerez de la Frontera y no deja de llorar por lo sucedido, según 'YAS' habría exigido al diestro que se hiciera cargo de todos los gastos de la boda.

Un banquete en una exclusiva finca para 500 invitados, los trajes, la luna de miel, las flores de la iglesia, el vestido de novia y otro tipo de costes que podrían ascender a 90.000 euros.