CARNÉ PUNTOS (Entrevista)

O perder el carné o el trabajo: la carrera de Pedro para recuperar puntos

Para Pedro (nombre ficticio), de profesión comercial, el coche es su medio de vida. Quedarse sin el carné de conducir significa no poder trabajar, un motivo de peso que le ha llevado a hacer dos veces el curso de recuperación de puntos, después de perder ocho en tres infracciones de tráfico.,En una entrevista con Efe cuando se cumplen 15 años de la entrada en vigor del carné por puntos este jueves, 1 de julio, este hombre, de 56 años y que lleva conduciendo des

Agencia EFE

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Teresa Díaz

Para Pedro (nombre ficticio), de profesión comercial, el coche es su medio de vida. Quedarse sin el carné de conducir significa no poder trabajar, un motivo de peso que le ha llevado a hacer dos veces el curso de recuperación de puntos, después de perder ocho en tres infracciones de tráfico.

En una entrevista con Efe cuando se cumplen 15 años de la entrada en vigor del carné por puntos este jueves, 1 de julio, este hombre, de 56 años y que lleva conduciendo desde los 18, dice medio en broma: "Soy una máquina de perder puntos".

Por su trabajo, algunos días llega a hacer 700 kilómetros, muchas horas al volante que incrementan las posibilidades de perder puntos sin tener que ser un mal conductor.

"Cualquiera se puede despistar y meter la gamba. No tiene nada que ver con ser malote conduciendo o con ser una persona que le guste infringir" las normas, "porque aunque haga muchos kilómetros, no suelo correr en exceso", asegura.

Y es que este comercial insiste en que las tres infracciones que le restaron puntos se debieron más a despistes que al hecho de que quisiera saltarse las normas a propósito.

VUELTA AL PUPITRE PARA RECUPERAR PUNTOS: UNA BUENA EXPERIENCIA

La primera vez fue en 2010 por pasar un semáforo en ámbar. "Te da reparo frenar fuerte, pasas y está la Policía, que te para y te dice: 'muchachote, te quitamos cuatro puntos'".

No esperó a perder más e inmediatamente hizo el curso de recuperación de puntos. Doce horas, repartidas en dos tardes.

La segunda y la tercera, a finales de 2020, fueron por exceso de velocidad, una por circular a 50 km/h por una calle con límite a 30 km/h, y otra por ir a 71 km/h en una vía de 50 km/h. Estas dos infracciones le acarrearon la pérdida de otros cuatro puntos.

De nuevo, con su marcador particular mermado, no se lo pensó dos veces para volver al pupitre de la autoescuela.

Tanto del primer curso como del segundo, que asegura que siguió con mucho interés, conserva un buen recuerdo. "Fue una buena experiencia, muy interesante y bastante instructiva", por la que cree que deberían pasar todos los conductores, independientemente de que pierdan o no puntos.

"El primer curso me sirvió para actualizar contenidos en seguridad vial después de tantos años" y, con esta base, la segunda vez pudo profundizar más, ser más participativo y "adquirir más detallicos".

TRATANDO DE NO CAER OTRA VEZ

"Le encontré mucho jugo a los cursos y, aunque voy a tratar de no volver, no sé si lo conseguiré", afirma un poco resignado.

Ahora conduce con más cuidado para no caer otra vez en los mismos despistes, pero reconoce las dificultades. "Circular muchas veces por los mismos sitios hace que vayas menos pendiente, más despreocupado", se justifica.

De cara al futuro es consciente de que habrá que incrementar la atención, ya que la reforma del carné por puntos que está en tramitación parlamentaria aumenta el número de puntos a detraer.

Pedro reconoce que si no existiera esta medida y las infracciones acarrearan solo sanción económica, "tendría menos cuidado".

Pero en su caso, insiste, el carné es un medio de vida. "Y si en un momento pierdes todos los puntos y te quedas sin él, te has quedado sin trabajar".